En un mensaje navideño que pasó de la paz al estruendo militar, el presidente de EE. UU. confirmó que las botas sobre el terreno ya son una realidad en la lucha contra los cárteles y el gobierno de Maduro.

El Fin de la Diplomacia de Papel

Lo que hace dos semanas eran advertencias, hoy es una confirmación táctica. Donald Trump aprovechó el brindis de Navidad con las Fuerzas Armadas para soltar una bomba geopolítica: el inicio de operaciones terrestres en territorio latinoamericano. «Ya estamos actuando por tierra, y por tierra es mucho más fácil», sentenció el mandatario, marcando un punto de no retorno en la relación con Caracas.

El Cerco se Cierra sobre Miraflores

La administración estadounidense ha pasado de los bloqueos económicos a la incursión física. Aunque los detalles operativos se mantienen bajo estricto secreto militar, el mensaje fue una estocada directa a Nicolás Maduro.

• La «Recomendación» Final: Desde la opulencia de Mar-a-Lago, Trump fue lapidario al sugerir que la renuncia de Maduro no solo es una opción, sino un acto de «inteligencia» ante lo que parece una invasión inminente.
• Resultados de Hierro: El mandatario alardeó de una reducción del 96% en el tráfico marítimo, gracias a una política de «tolerancia cero» que ha incluido bombardeos y hundimientos en el Caribe, acciones que ya levantan una polvareda de críticas internacionales por su presunta ilegalidad.

El USS Gerald R. Ford: El Puño de Acero en el Caribe

El protagonismo de la jornada se lo llevó la tripulación del portaaviones USS Gerald R. Ford. Desplegado estratégicamente en aguas caribeñas, este gigante de acero es la pieza central de lo que Trump define como una «limpieza» necesaria para proteger a la juventud estadounidense del fentanilo y la cocaína.

Un Tablero Regional en Llamas

La confirmación de operaciones terrestres cambia las reglas del juego para todo el continente. Mientras Washington celebra lo que llama una ofensiva contra el crimen organizado, la comunidad internacional observa con alarma un despliegue que podría redefinir las fronteras y las soberanías en el corto plazo. La Navidad de 2025 no trajo tregua, sino el sonido de los motores de guerra calentándose en la selva y las costas venezolanas.