La movilización es en contra el veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario y los recortes del Gobierno a la educación pública superior.

La segunda Marcha Federal Universitaria se lleva adelante en todo el país, con el epicentro en el Congreso de la Nación, pese al fuerte operativo de seguridad dispuesto por el Gobierno. La movilización es en contra el veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario aprobada por el Poder Legislativo y los recortes a la educación pública superior, que redundan en salarios de pobreza y falta de fondos para investigación.

La manifestación fue convocada por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) bajo el lema «No al veto, sí a la educación pública», y se espera una asistencia masiva similar a la que se realizó el 23 de abril, en reclamo de mayor presupuesto. Aquella movilización llevó al Gobierno a aumentar los fondos para el funcionamiento de las casas de estudio, pero los salarios de docentes y no docentes quedaron por detrás de la inflación.

Dirigentes de todo el arco político excepto los libertarios se expresaron a favor de la marcha y dieron su apoyo a las universidades.

La marcha en Buenos Aires concluirá con la lectura de un documento que planteará fuertes reivindicaciones para sostener el financiamiento de las universidades y el final de una «campaña de desprestigio», a cargo de la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccoli.