Se realizará la celebración del Corpus Christi con procesión y una misa en Catedral Basílica

Se realizará la celebración del Corpus Christi con procesión y una misa en Catedral Basílica
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Los fieles caminarán en procesión hacia la Catedral. Luego, a las 17.30 horas se celebrará la eucaristía en la Arquidiócesis.

Hoy tendrá lugar la celebración del Corpus Christi, con el mensaje claro a toda la comunidad del Jubileo 2025 «Peregrinos de la esperanza». Y esta solemnidad, honra el cuerpo y la sangre de Jesús, que es «fuente y cumbre de nuestra esperanza», según definió el cardenal y arzobispo Vicente Bokalic en una invitación a toda la comunidad diocesana.

La jornada tendrá tres puntos de concentración a las 17, en los distintos decanatos de la Arquidiócesis:

-Decanato Sur: capilla La Montonera.

-Decanato Centro y Norte: colegio Hnas. Franciscanas.

-Decanato Banda: parroquia San Francisco Solano.

Desde estos puntos, los fieles caminarán en procesión hacia la Catedral Basílica. A las 17.30 se celebrará la eucaristía en la Arquidiócesis, y tras la misa, se realizará una procesión con el Santísimo en torno a la plaza Libertad.

El Corpus Christi, que significa «Cuerpo de Cristo», es una de las festividades más importantes del calendario litúrgico católico. En ella, la Iglesia celebra la presencia real de Jesucristo en la eucaristía, el sacramento del cuerpo y la sangre de Cristo. Es una solemnidad que busca honrar y adorar públicamente el don de la eucaristía, que es considerado el centro de la vida cristiana y la fuente de donde emana toda la gracia. La procesión pública, con el Santísimo Sacramento expuesto, es una manifestación de fe y adoración comunitaria.

El llamado del cardenal Bokalic a la unidad y el amor cobra especial relevancia en el contexto actual. En un mundo donde la «falta de tolerancia» y las «guerras» son lamentablemente frecuentes, la invitación a la comunión eucarística es también un llamado a vivir los valores del Evangelio en la vida cotidiana. La celebración de Corpus Christi, al recordar la entrega de Jesús, se convierte en un recordatorio de la importancia de respetar al prójimo, sin mezquindad ni confrontación, y de reconocer el bien en el otro, construyendo así una sociedad más fraterna y unida.

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