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La UIF venía intensificando los pedidos de información sobre origen de fondos y el ministro obligó al organismo a levantar los montos mínimos sin control.
El Ministerio de Economía y la UIF venían librando una batalla sorda ante la resistencia del organismo anti lavado al plan de blanqueo de facto de los dólares bajo el colchón del ministro Caputo.
El problema es que «la reparación histórica para los ahorristas», se redujo a la eliminación de controles fiscales, pero siguen vigentes las sanciones y multas para blanquear, además del pago de impuestos que implica exteriorizar dinero no declarado y la eventual persecución penal si proviene de una actividad ilícita. Aca entra en juego la Unidad de Información Financiera (UIF), que desde que el ministro lazó el plan, lejos de aflojar los controles los incentivó, presionando a los bancos que a su vez exigieron mas -no menos- información sobre el origen de los fondos a sus clientes.
«Guarda que ARCA es más flexible pero la UIF actúa», advirtió el tributarista César Litvin en una reciente charla en Rosario, como reveló LPO. En efecto, la UIF tiene un poder de fuego que se explica por sus vínculos con organismos internacionales anti lavado como el GAFI. DE hecho, una fuente del organismo confirmó a LPO que hay técnicos del GAFI trabajando en este momento en la UIF.
Por eso, este miércoles Caputo filtró una resolución que sube los montos a partir de los cuales la UIF puede pedir informes, que se va a publicar este jueves en el Boletín Oficial.
Pero los forcejeos continúan. En la nueva normativa la UIF confirma que pedirá información a los bancos sobre el origen de los fondos a partir de depósitos superiores a los 10.000 dólares -anteriormente el piso era 5.000 dólares-.
Estamos bajo observación permamente, no tenemos ningún margen para incumplir con los convenios.
Números muy bajos para la necesidad de dólares de Economía y que además contradicen el anuncio de Caputo que había afirmado que los bancos no tenían obligación de brindar ningún tipo de información por depósitos de hasta 50.000 dólares.
«Estamos bajo observación permamente, no tenemos ningún margen para incumplir con los convenios», explicó a LPO una fuente del organismo cuyo control ahora quedó bajo la conducción de Santiago Caputo, que designó como presidente al sciolista ex fiscal Paulo Starc.

En efecto, la normativa internacional del GAFI exige un registro de información a partir de los 15.000 dólares. Desde la UIF fijaron el umbral incluso por debajo porque Argentina «tiene que hacer un doble esfuerzo para convencer al mundo de que estamos haciendo buena letra». Y más ahora que el ministro lanzó un blanqueo sin respaldo legal, que mereció reparos hasta del FMI.
Reparos que comparten los bancos locales, que en los últimos días, en lugar de relajar los controles como quiere el ministro Caputo, han lanzado masivos pedidos de actualización de información a sus clientes, sobre sus ingresos, situación patrimonial y origen de los fondos.
«Me pidieron balances, declaraciones juradas, y distintos formularios vinculados a lo impositivo», contó a LPO un cliente del Banco Galicia que completó «todo lo contrario a lo que prometió Caputo y eso que no deposite ni moví un dólar». Esta fuente confirmó que en la comunicación del banco, se mencionaba las normativas de la UIF.
Este medio también pudo confirmar casos de clientes de bancos que depositaron dólares de colchón y recibieron a los pocos días un pedido de información de la UIF sobre su origen, exactamente lo que advirtió Litvin que podía pasar.
El tema causa incomodidad en los bancos nacionales, que ante las consultas de LPO negaron que haya alguna novedad o nuevas exigencias. «La UIF está flexibilizando parámetros en línea con Caputo pero sin incumplir GAFI», comentaron a LPO desde un banco de capitales locales, como si la frase no contuviera una contradicción.
Fuente: lapoliticaonline.com