En los primeros días del año, siete funcionarios fueron removidos o forzados a renunciar, bajo el argumento de desalineación con la doctrina libertaria, falta de confianza o contradicción con las políticas oficiales.
El Gobierno de Javier Milei comenzó el 2025 con una fuerte reestructuración interna, marcada por una serie de despidos y renuncias de funcionarios de alto rango. El oficialismo, alejado del PRO y en busca de consolidar una estructura más homogénea de cara a las elecciones legislativas, ha intensificado su política de expulsión de aquellos que considera «funcionarios que no funcionan».
En los primeros días del año, siete funcionarios fueron removidos o forzados a renunciar, bajo el argumento de desalineación con la doctrina libertaria, falta de confianza o contradicción con las políticas oficiales.
Bajas en el Gabinete
La última salida confirmada fue la de Ana Lamas, quien renunció a la Subsecretaría de Ambiente el pasado jueves, alegando «agotamiento». Su reemplazo, Fernando Brom, ya generó roces en el Gobierno tras ofrecer una entrevista sin autorización y cuestionar el manejo de incendios en la actual gestión.
Antes de ella, el Gobierno había forzado la salida de Sonia Cavallo, hija del exministro de Economía Domingo Cavallo, quien se desempeñaba como embajadora ante la OEA. Su remoción estuvo vinculada a las críticas de su padre sobre la política económica de Milei.
En paralelo, también se confirmó la destitución de Mariano de los Heros, extitular de la ANSES, luego de que revelara que una reforma jubilatoria estaba en discusión dentro del oficialismo.
Otra baja significativa fue la de Ramiro Marra, legislador porteño y una de las figuras más emblemáticas de La Libertad Avanza, quien fue expulsado del partido por votar a favor de un aumento de impuestos en la Ciudad de Buenos Aires.
El comunicado oficial publicado en redes sociales señaló que Marra «ya no forma parte de La Libertad Avanza de manera irreversible» y advirtió que «todos aquellos que no respeten la agenda del Presidente serán expulsados. No importa quiénes sean».
Más despidos y cambios internos
El Gobierno también removió de su cargo al exprocurador del Tesoro, Rodolfo Barra, acusado de no defender los intereses del oficialismo en litigios clave y de pasar gran parte de su tiempo fuera del país. Su reemplazo, Santiago Castro Videla, es cercano al asesor presidencial Santiago Caputo.
Otra salida relevante fue la de Ignacio Yacobucci, quien renunció como titular de la Unidad de Información Financiera (UIF) tras ser señalado por gastos excesivos en viajes al exterior, algunos de ellos en primera clase y sin autorización.
En el área de comunicación, Eduardo Serenellini dejó su cargo como secretario de Prensa de la Nación, lo que fortaleció la posición del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien ahora se perfila como posible candidato en las próximas elecciones legislativas.
Una estrategia de purga interna
Fuentes cercanas al Ejecutivo sostienen que la reestructuración busca consolidar una estructura más alineada con el ideario libertario, eliminando funcionarios que generen dudas o contradigan las directrices de la gestión.
El «triángulo de hierro» del Gobierno –Javier Milei, su hermana Karina Milei y Santiago Caputo– continúa operando con mano firme, enviando un mensaje claro a su gabinete: nadie está exento de la guillotina libertaria si no encaja en el modelo de gestión del Presidente.