En la emergencia de la provisión de insumos importados que está sufriendo la industria. Cerca de 6 mil contenedores con insumos críticos para la producción industrial, alimenticia y farmacológica están demorados

   

La Unión Industrial Argentina (UIA) solicitó que el Ministerio de Trabajo declare esencial la actividad portuaria en los puertos de Buenos Aires y de Dock Sud en la emergencia de la provisión de insumos importados que está sufriendo la industria. La misma viene sufriendo fuertes demoras para la carga y descarga de contenedores a los que se sumaron un conflicto gremial con paro y bloqueo de acceso de camiones, y que no se ha respetado la conciliación obligatoria dictada el pasado 13 de septiembre.

En este momento cerca de 6 mil contenedores con insumos críticos para la producción industrial, alimenticia y farmacológica están demorados en el puerto en la terminal de EXOLGAN, producto del conflicto gremial. Además del bloqueo que realizaron en el día de ayer, el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) no ha acatado a la fecha la conciliación obligatoria dispuesta por el MTESS.

Actualmente, en la terminal se ha detenido por completo toda actividad, sin estibadores para el acceso a los Puertos de Dock Sud y Buenos Aires, provocando un enorme perjuicio que obliga a redirigir buques hacia al Puerto de Montevideo, Uruguay.

Esta situación se suma a las demoras que se sufren desde hace dos semanas en la Terminal 4, tras el arribo de buques que contenían más cargas de las esperadas. A raíz de esto, se acumularon más de 6 mil contenedores en esa terminal que dejó de entregar turnos para el retiro de los mismos, atascados por la falta de espacio físico para maniobras y el bloqueo realizado.

Además de vulnerar la libre circulación de bienes en el territorio nacional, se está impidiendo el tránsito de productos e insumos indispensables para cadenas productivas que resultan de interés público, por eso los industriales se presentaron como afectados ante el Ministerio. 

En paralelo, esta situación dificulta gravemente la operatoria de comercio exterior para las empresas argentinas que tienen compromisos de ventas y plazos acordados con clientes del exterior. Por lo que se afecta el cumplimiento de contratos internacionales y el ingreso de divisas por exportaciones.