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La expresidenta no dijo una palabra sobre la caída del proyecto, pero habló con gestos: confirmó una visita a Corrientes.
La ley de Ficha Limpia naufragó por un voto y el giro inesperado en el Senado reconfiguró el mapa electoral. La expresidenta quedó habilitada para postularse a cargos nacionales, aunque la amenaza de un fallo proscriptivo de la Corte Suprema sigue latente. Cristina Fernández de Kirchner no dijo una palabra sobre la caída del proyecto, pero habló con gestos: al día siguiente del traspié oficialista, confirmó una visita a Corrientes. Lo que se anunciaba como una jugada certera para inhabilitarla terminó en una derrota controlada para el oficialismo y en un baldazo de agua helada para el PRO. En los pasillos del Congreso se multiplicaron las acusaciones cruzadas y los pases de factura. Desde la Casa Rosada apuntaron contra los macristas por haber forzado una votación sin los avales necesarios, pero al mismo tiempo desempolvaron un viejo fantasma: Sergio Massa. Desde el oficialismo filtraron que el tigrense habría operado en las sombras para desactivar el proyecto, apelando a su vínculo histórico con Carlos Rovira, el jefe político de los misioneros que votaron en contra. “Lo culpan para sacarse el lazo”, retrucaron desde su entorno.
Cristina Fernández de Kirchner no fue ayer al Instituto Patria, pero siguió la agenda del día. Se mostró conmovida por la designación del nuevo Papa y lo celebró en X: “En el día de la Virgen de Luján, patrona de Argentina y de Río Gallegos, tenemos nuevo Papa, que recordó con afecto a Francisco, nos habló en nuestra lengua, rezó por la paz y adoptó el nombre de León XIV”. Nada sobre el Senado. Sin embargo, la expresidenta confirmó que visitará Corrientes durante junio. El encargado de compartirlo fue Martín Ascúa, candidato a gobernador del peronismo en esa provincia. “Es un gesto de que va a recorrer el país”, afirman en su entorno, donde cada uno de sus movimientos suscita lecturas.
Si bien Ficha Limpia cayó y perdió estado parlamentario, todavía resta saber qué hará la Corte Suprema. El juez Ricardo Lorenzetti ya anticipó que la sentencia en la causa Vialidad debería conocerse “antes de las elecciones”, y fue recusado por la propia Cristina tras esas declaraciones. En principio, la exmandataria está habilitada para competir a nivel nacional, aunque las definiciones no llegarán pronto. “Información, secreto y sorpresa”, repiten cerca suyo, en un guiño a la vieja escuela peronista.
Mientras tanto, la Legislatura bonaerense se alista para sesionar el lunes con el objetivo de fijar los plazos de cierre de listas, en respuesta a un pedido de la Junta Electoral provincial. Una definición clave que marcará el punto de largada del armado electoral. Cristina Fernández de Kirchner ya anticipó que será candidata por la Tercera Sección Electoral. Un operador del peronismo lo resumió ante Página/12 con crudeza matemática: “El voto en la provincia se divide en tres: en la Primera estamos parejos, en la Tercera tenemos muchas chances de ganar, y en el resto de la provincia gana el antiperonismo”. La segmentación territorial explica por qué la Tercera —que concentra cerca de cinco millones de habitantes— es el bastión que todos miran. Cerca de la expresidenta le suben el precio a una banca en la Legislatura bonaerense. “Te da la posibilidad de armar la provincia de Buenos Aires”, anticipan, con la mira puesta más allá de este llamado electoral.
En el entorno del gobernador Axel Kicillof celebraron la caída de Ficha Limpia “porque era una forma de persecución contra Cristina Fernández de Kirchner” y la calificaron como “una victoria del pueblo”. Aun así, advierten que el aparato judicial “no se va a quedar tranquilo”, en referencia a la carta que todavía puede jugar la Corte Suprema.
Sobre el armado electoral en la provincia, fueron cautos: “Primero tenemos que saber si quiere ser candidata y luego dónde”. La frase revela que, hasta el momento, no hubo una conversación directa entre Kicillof y la expresidenta sobre sus intenciones concretas. “No hicimos ninguna cuenta”, admiten, aunque reconocen que “Cristina es una muy buena candidata, sobre todo en el conurbano”.
Buscar un culpable
“El acuerdo fue de Rovira con Massa”, lanzaron desde la Casa Rosada, en un intento por despegarse de la derrota parlamentaria. Sin embargo, Massa no habla con Carlos Rovira desde hace al menos dos años. Una fuente cercana al líder del Frente Renovador explicó: “Se pelearon por la zona franca aduanera y, en la general, Rovira jugó con Milei”. Además, aseguraron que “Massa está colaborando en Misiones con el único opositor que hay, que se llama Cacho Bárbaro”.
Según pudo reconstruir Página/12, el giro de los misioneros se explica por el enojo de Carlos Rovira con el gobierno libertario. “Lule Menem y Karina Milei rompieron los acuerdos y le armaron el partido en la provincia con un candidato propio”. Ese movimiento habría irritado al gobernador, que decidió retirar el apoyo al proyecto de Ficha Limpia. Si bien desde el Senado algunos legisladores atribuían las negociaciones a la Casa Rosada, las versiones no se contradicen: se complementan. “Rovira se enojó, y en Balcarce 50 hicieron control de daños”, explicó una fuente.
De cara al futuro del peronismo, en el massismo sostienen que “Sergio va a seguir intentando construir la unidad”, aunque admiten que los ruidos internos son fuertes. Si ese objetivo fracasa, reconocen, el peronismo podría terminar enfrentando las próximas elecciones con al menos tres listas en competencia.
Con información de Página 12