Este caso, que expone una red de corrupción en contratos estatales, involucra a altos funcionarios y empresarios en varias provincias, incluyendo a Entre Ríos, donde Kueider ocupó roles clave en la Gobernación.
El ex senador Edgardo Kueider enfrenta una compleja investigación judicial por presunto enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y cobro de coimas, vinculada a la denominada «causa Securitas». Este caso, que expone una red de corrupción en contratos estatales, involucra a altos funcionarios y empresarios en varias provincias, incluyendo a Entre Ríos, donde Kueider ocupó roles clave en la Gobernación.
La causa Securitas y los hermanos Tórtul
La investigación tiene como eje central los sobornos detectados por la filial argentina de la empresa de seguridad Securitas, que se autodenunció en 2020 tras una auditoría interna. Según la Justicia Federal, la firma habría pagado sobornos a funcionarios públicos y responsables de empresas estatales y privadas para asegurarse contratos, valiéndose de un sistema contable paralelo conocido como «caja 2».
Entre los involucrados están los hermanos Claudio y Marcelo Tórtul, encargados de la filial entrerriana de Securitas, quienes presuntamente pagaron coimas a funcionarios de ENERSA (Energía de Entre Ríos Sociedad Anónima). Este esquema incluyó facturaciones simuladas a través de una empresa ficticia, Tornell SA, que facilitaba el flujo de dinero ilícito.
El vínculo con Kueider
La conexión de Kueider con la causa surgió a partir de la compra de departamentos en Paraná, denunciada por el periodista Christian Sanz en 2023. Los inmuebles fueron adquiridos mediante la sociedad Betail SA, de la cual el ex senador posee el 50%. El análisis de la Fiscalía revela que esta empresa, originalmente agropecuaria, podría haber sido utilizada como pantalla para ocultar bienes provenientes de actividades ilícitas.
Uno de los datos más controvertidos es la coincidencia de propiedades en el edificio Live de Paraná, donde tanto Kueider como los Tórtul poseen departamentos. La proximidad entre los actores clave del esquema ha levantado sospechas sobre la posible participación del ex senador en las operaciones de sobornos y enriquecimiento.
Defensas y declaraciones
Desde el entorno de Kueider se niegan las acusaciones. Su abogado, Maximiliano Ruiz, afirmó que el ex senador «no tuvo relación con ENERSA ni con los contratos cuestionados». Por su parte, el ex gobernador Gustavo Bordet también desestimó los señalamientos, argumentando que Kueider no formaba parte del directorio de ENERSA y que «las decisiones operativas eran autónomas de la Gobernación».
Sin embargo, mensajes recuperados en los allanamientos mencionan pagos vinculados al «Negro» (identificado como José Gervasio Laporte, fallecido en 2020) y «la parte de Bordet». Este cruce de información ha ampliado las sospechas hacia las gestiones en el Gobierno entrerriano durante los años de Kueider como secretario general de la Gobernación.
Nuevos elementos en la investigación
En paralelo, la Justicia avanza con el análisis de los 211.000 dólares incautados a Kueider en Paraguay, donde fue detenido junto con su secretaria Iara Guinsel Costa. Este episodio abrió una nueva hipótesis sobre lavado de dinero, conectada a la trama de corrupción investigada en la causa Securitas.
El Senado argentino decidió su desafuero la semana pasada en una polémica sesión, lo que permitió a la jueza Sandra Arroyo Salgado solicitar su detención. Actualmente, Kueider cumple prisión preventiva en Paraguay mientras se dirimen cuestiones de competencia entre los juzgados de Concordia y San Isidro.
Conexión política y repercusiones
Este caso no solo pone en jaque al ex legislador, sino que también genera tensiones dentro del peronismo entrerriano. Bordet y otros referentes han buscado despegarse de las acusaciones, mientras sectores opositores exigen una investigación exhaustiva sobre los vínculos entre Kueider y los empresarios implicados.
El fiscal Fernando Domínguez resumió la gravedad del caso: «Estamos frente a una trama de corrupción que no solo implica un aumento patrimonial injustificado, sino un esquema sistemático de uso indebido de fondos públicos».
La causa sigue su curso con varias líneas abiertas, y la Justicia deberá determinar si Kueider fue una pieza clave en una red de corrupción o un actor marginal en un esquema mayor.