El jefe de la Iglesia Católica pedirá perdón a los representantes de pueblos indígenas que sufrieron abusos entre el siglo XIX y 1990.
El papa Francisco llegó ayer a Canadá para iniciar una visita de seis días, que estará marcada por el pedido de perdón a los pueblos indígenas por los abusos cometidos en internados manejados por la Iglesia entre fines del siglo XIX y la década de 1990, durante la que se encontrará con familiares y sobrevivientes de las denominadas escuelas residenciales.
Con el lema “Caminando juntos”, el Pontífice inició en el país norteamericano una “peregrinación penitencial”, como la definió durante el vuelo de 10 horas desde Roma hasta Edmonton, en donde aterrizó a las 11.08 (14.08 en la Argentina) acompañado por la agencia estatal Télam y otros medios a bordo del avión papal.
Desde hoy y hasta el viernes, el Papa mantendrá encuentros con representantes de los pueblos Métis, First Nations e Inuit, que sufrieron todo tipo de abusos en las escuelas residenciales financiadas por el Estado canadiense y gestionadas en algunos casos por instituciones de la Iglesia Católica y de otros grupos cristianos.