Añatuya: Quiso ser clienta de una tarjeta de crédito y vaciaron su cuenta

Añatuya: Quiso ser clienta de una tarjeta de crédito y vaciaron su cuenta
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La víctima recibió un llamado y le ofrecieron un abanico de beneficios. Le sacaron información y le sustrajeron $ 714 mil.

Una jubilada de 70 años, domiciliada en la calle Alberdi del barrio Rivadavia de la ciudad de Añatuya (Taboada), ingresó hace una semana a su cuenta de Facebook para navegar por la red social y entablar conversaciones virtuales con sus contactos. En esa circunstancia, advirtió una publicidad para ser cliente de una conocida tarjeta de crédito. Como estaba interesada en obtener una, ingresó al link para conocer un poco más de la firma financiera, entre ellos los requisitos.

A partir de ese momento, comenzaron a llamarla al celular en forma insistente, todos los días. Finalmente, decidió atender y determinó que la característica del número era de la provincia de Córdoba. Efectivamente, el hombre que llamó se presentó como empleado de la tarjeta de crédito y le expuso un abanico de beneficios desde el primer minuto de convertirse en una nueva clienta de la firma.

Como la jubilada estaba interesada en obtener la tarjeta, dio el visto bueno para iniciar los trámites de inmediato, en ese momento, sin tener que concurrir a ninguna sucursal, lo que entusiasmó aún más a la mujer, que iba a evitar movilizarse y perder tiempo.

En medio de los «trámites» virtuales, el sujeto le solicitó que escaneara su rostro y el documento de identidad (DNI); además, le solicitó información sobre la cuenta bancaria donde percibe sus haberes jubilatorios. Antes de cortar la llamada, el individuo le manifestó que en unos días iba a recibir la tarjeta de crédito en su domicilio.

Anteayer, la añatuyense se presentó en el banco para extraer sus haberes jubilatorios y advirtió que tenía 0 pesos. En la entidad financiera le informaron que su sueldo y un adelanto, que hacen un total de 714 mil pesos, habían sido transferidos a la cuenta de un masculino, a quien no conoce. De esta manera, comprobó que había sido víctima de una estafa durante la llamada telefónica, en la que los «ciberdelincuentes» obtuvieron vital información y elementos para acceder a su cuenta y apoderarse del dinero.

Tras la denuncia en la Comisaría Nº 41, se dio intervención a la fiscal Cecilia Rímini, quien ordenó que personal del Departamento de Delitos Económicos iniciara la investigación. En ese sentido, se obtuvieron capturas de pantalla de la comunicación entre la damnificada y el estafador, y una copia de la transferencia realizada.

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