Getting your Trinity Audio player ready...
|
Las ceremonias fueron presididas por los párrocos Rubén Lasaga y Rafael Navarro.
Con profunda fe y devoción, la comunidad de Nueva Esperanza celebró el fin de semana una de sus festividades religiosas más significativas: la misa en honor a San Roque, patrono de la salud y protector contra las pestes. La ceremonia tuvo lugar en la céntrica plaza San Martín, que se transformó en un verdadero punto de encuentro espiritual y comunitario, congregando a decenas de familias, jóvenes y adultos mayores que renovaron su fe bajo la protección del santo.
La jornada comenzó con una solemne procesión que recorrió las calles principales del pueblo. La imagen de San Roque, símbolo de esperanza y cuidado frente a las enfermedades, fue acompañada por la Virgen de Huachana, patrona muy venerada en la provincia.
Ambas imágenes fueron trasladadas en andas, resguardadas por un cordón humano conformado por jóvenes de la comunidad, quienes con emoción y profundo respeto asumieron la tarea de custodiar y guiar a los patronos. Los fieles acompañaron el recorrido con oraciones, cánticos y vítores, en un marco de gran recogimiento religioso.
El momento central de la festividad fue la celebración de la santa misa, presidida por los párrocos Rubén Lasaga y Rafael Navarro.
Durante la homilía, ambos sacerdotes dirigieron un mensaje de esperanza, destacando la importancia de la fe como sostén en la vida cotidiana y como motor de unidad comunitaria. También hicieron referencia al legado de San Roque, recordando su entrega desinteresada al cuidado de los enfermos y su ejemplo de amor al prójimo, valores que siguen vigentes y necesarios en el presente.
La ceremonia estuvo acompañada por un coro integrado por niñas y músicos locales, quienes interpretaron cantos litúrgicos que realzaron los momentos más solemnes. La música generó un clima de profunda espiritualidad que conmovió a los presentes. Muchos de los fieles, emocionados, encendieron velas y elevaron oraciones personales pidiendo protección para sus familias y agradeciendo favores recibidos.
La festividad se ha consolidado a lo largo de los años como una tradición que trasciende lo religioso y se convierte también en un espacio de encuentro cultural y social.