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El Senado le dio media sanción al proyecto que modifica la regulación de los decretos presidenciales, una ley que en su momento impulsó Cristina Kirchner cuando era legisladora.
Este jueves el Senado le dio media sanción al proyecto de ley que busca modificar la reglamentación de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). En los próximas días será analizada por la Cámara de Diputados y el Gobierno podría tener una nueva derrota política si no encuentra el respaldo de gobernadores clave para incidir en el voto de los legisladores.
La mayoría de los diputados opositores ya anticipó que respaldará lo que votaron los senadores. “La Coalición Cívica siempre consideró inapropiada la Ley 26.022 (que regula los decretos) al hacer que sea más sencillo aprobar un DNU que una ley”, le dijo a TN la diputada Marcela Campagnoli. Pero en primer término las posturas se plasmarán en la Comisión de Asuntos Constitucionales, que controla el libertario Nicolás Mayoraz.
Mas allá que para Diputados sea un tema ya dictaminado, al tratarse de una iniciativa sancionada por el Senado, la Cámara Baja será la revisora de esa sanción. Y deberán discutirlo nuevamente en la comisión.
Esta circunstancia llevará a los sectores no afines al Gobierno pensar en una sesión especial para emplazar -es decir, fijarle fecha de firma de dictamen- en una comisión que Mayoraz, siguiendo la estrategia del oficialismo, blindará. De ese modo, el Gobierno ganaría tiempo en Diputados.
Además, en Asuntos Constitucionales -una comisión estratégica– se encuentran Sabrina Ajmechet, Laura Rodríguez Machado y Florencia de Sensi, del PRO; Alida Ferreyra, Mercedes Llano, Julio Moreno Ovalle, Cesar Treffinger y Nicolás Emma, de La Libertad Avanza; y Paula Omodeo, de CREO. Son espadas que defenderán la continuidad de la ley vigente para que Javier Milei mantenga los DNU, una herramienta que le permite legislar sin la necesidad de discutir los proyectos en el Congreso.
Claro que en esta comisión también hay legisladores de la oposición, como Oscar Agost Carreño, de Encuentro Federal, que recordó: “En octubre del año pasado logramos dictaminar un proyecto de ley para modificar la ley de DNU en Diputados, pero luego no tuvimos número para su aprobación”.
“Desde entonces hemos cuidado ese dictamen en busca de aprobarlo cuando fuera posible. El Senado aprobó un proyecto similar, lo que acorta el camino para reformar esa nefasta ley que el kirchnerismo inventó y de la cual Milei abusó como ningún otro presidente -agregó-. Trabajaré para que la convirtamos pronto en ley, porque gobernar con respeto a la Constitución y a la República es la base de un país serio y previsible”.
De los 35 diputados que integran la comisión, la mayoría se inclinaría por respaldar la sanción del Senado; son los representantes de Unión por la Patria, Encuentro Federal y la Coalición Cívica. El Frente de Izquierda no tiene legisladores en esta comisión.
En tanto, Democracia para Siempre tiene algunas diferencias internas respecto a los cambios que le introdujo el Senado al proyecto. Sin embargo, gran parte de los legisladores que comanda Pablo Juliano están por el aval a la Cámara alta.
Resta saber cual será la postura de las radicales Soledad Carrizo y Karina Banfi, y de la misionera de Innovación Federal Yamila Ruiz. Están los antecedentes de la discusión del 2024, con un dictamen de mayoría firmado por La Libertad Avanza y sus aliados de aquel momento, y tres dictámenes de minoría: uno de Unión por la Patria, de Germán Martínez; otro de la radical Karina Banfi y el ultimo de Juan Manuel López, de la Coalición Cívica.
En principio, Diputados aguardará que Victoria Villarruel, titular del Senado, le remita a Martín Menem, presidente de la Cámara Baja, la sanción de este jueves. De esa manera comenzará un nuevo derrotero parlamentario.
Si la Cámara Baja lo sanciona, la nueva reglamentación será ley. Pero Milei vuelve a tener la herramienta del veto presidencial.
Los puntos que modificó el Senado para la utilización de los DNU
La norma actual establece que un DNU solo será rechazado si encuentra con la oposición de las dos cámaras. En cambio, establece que para lograr su ratificación solo necesita de la aprobación de una.
El proyecto que sancionó el Senado establece que un DNU tendrá la ratificación parlamentaria cuando lo dispongan expresamente ambas Cámaras por la mayoría absoluta de los presentes, en un plazo de 90 días corridos desde su publicación en el Boletín Oficial. Si transcurridos esos 90 días no es tratado en el Congreso, el DNU pierde su vigencia.
“El rechazo del decreto por una de las Cámaras del Congreso de la Nación, o el vencimiento del plazo previsto en el artículo 22°, implicará su derogación, quedando a salvo los derechos adquiridos durante su vigencia”, señala la iniciativa.
El rechazo de un DNU por parte del Congreso le impedirá al Poder Ejecutivo dictar otro sobre la misma materia, en el plazo de ese año parlamentario.