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La correlación, sin embargo, no está ampliamente demostrada por investigaciones y no cuenta con el apoyo de la mayoría de la comunidad médica
Donald Trump les pidió este lunes a las embarazadas evitar el medicamento Tylenol, que contiene paracetamol, como medida preventiva del autismo en EE.UU., a pesar de que los médicos insisten en que es un analgésico seguro.
“Tomar Tylenol no es bueno. Por esta razón, recomendamos encarecidamente que las mujeres limiten el uso de Tylenol durante el embarazo a menos que sea médicamente necesario. Esto es, por ejemplo, en casos de fiebre extremadamente alta que sientan que no pueden soportar”, dijo Trump durante una conferencia de prensa.
La iniciativa de una revisión sobre los factores que impulsan el aumento de las tasas de autismo en ese país fue impulsada por el secretario de salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr.
Los investigadores aclararon que los hallazgos no prueban que el fármaco cause directamente trastornos del desarrollo neurológico, solo que la asociación es lo suficientemente consistente y preocupante como para requerir más investigación.
Es por esto que instaron a las embarazadas a usar paracetamol con moderación, recomendando solo la dosis efectiva más baja durante el menor tiempo posible. También recomendaron a las mujeres consultar con un profesional médico.
Donald Trump también acrecentó las versiones sobre la falta de necesidad de vacunación
Durante el anuncio de medidas para reducir la incidencia de autismo, Trump sugirió también que sería mejor dosificar las vacunas a los niños en cuatro o cinco etapas y no hacerlo “en una sola visita”.
“Tienes un niño pequeño, un niño frágil, y le ponen un recipiente con 80 vacunas diferentes, supongo, 80 mezclas distintas, y se lo inyectan”, aseguró Trump.
“Está claro que si las separas, no hay problema”, indicó el mandatario, que centró su intervención en recomendar que las embarazadas no consuman paracetamol para evitar el autismo, una correlación que no está ampliamente demostrada por investigaciones y que no cuenta con el apoyo de la mayoría de la comunidad médica.
El mandatario hizo estas declaraciones durante un acto en la Casa Blanca junto al secretario de Salud, Robert F. Kennedy: “Lo ideal sería que una mujer no tomara Tylenol (paracetamol) y tampoco tantas vacunas. Sería mejor”.
Además, se refirió directamente a la vacuna cuádruple MMRV —contra el sarampión, las paperas, la rubéola y la varicela— que un comité asesor de EE.UU. acordó restringir a los menores de cuatro años por riesgo bajo de convulsión febril.
“Parece que cuando se mezclan puede haber un problema, así que no hay desventaja en darlas por separado. De hecho, piensan que es mejor, así que déjalas separadas”, declaró Trump.
“Cuando se mezclan, aparentemente pasa algo”, insistió sin dar detalles ni citar estudios específicos.
En una misma línea se refirió a la vacuna de la hepatitis B, cuya recomendación, que debía dar el mismo comité, fue pospuesta sin fecha.
“La hepatitis B se transmite sexualmente. No hay motivo para darle hepatitis B a un bebé recién nacido. Yo esperaría hasta que el niño tenga 12 años y esté formado y que se ponga la (vacuna de la) hepatitis B”, dijo.
El virus de la hepatitis B se transmite a través de fluidos infectados, como la sangre o el semen. Por lo tanto, no se contagia únicamente por vía sexual.
De momento, el comité no ha decidido sobre esta vacuna.
Kennedy, un conocido antivacunas, despidió en junio a todos los integrantes del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) alegando preocupación por “conflictos de intereses” y los reemplazó con nuevos miembros, muchos de los cuales son conocidos por sus críticas a los programas de vacunación obligatorios.
La exdirectora de los CDC, Susan Monarez, también despedida, advirtió en el Senado que el secretario le dijo que hablaba con el presidente, Donald Trump, “a diario sobre cambiar el calendario de vacunación infantil” a partir de septiembre.
TN