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El presidente y la directora gerente tratarán el impacto del swap de 20.000 millones de dólares concedido por Estados Unidos en las metas que Argentina debe cumplir frente al board del Fondo.
Javier Milei y Kristalina Georgieva están reunidos para analizar el impacto económico y financiero del swap de 20.000 millones de dólares que la administración Trump concedió a la Argentina con el objetivo de cumplir con los vencimientos de la deuda privada durante 2026 y fortalecer las reservas del Banco Central.
La reunión se realiza en el Hotel Langham, cercano a Times Square, donde se alojan Milei y su comitiva. La titular del FMI llegó al lugar en una van negra acompañada por Luis Cubeddu, encargado de la relación con Argentina dentro del organismo.
Georgieva sonrió a los periodistas que la esperaban y entró por una puerta lateral, acompañada por su custodia.
El presidente, en tanto, recibirá a la directora gerente del FMI con el ministro de economía, Luis Caputo, y el representante argentino en el FMI, Leonardo Madcur.
“Acogemos con satisfacción la declaración de apoyo de Scott Bessent a Argentina. Esto subraya el papel crucial de los socios en la promoción de políticas sólidas de estabilización y crecimiento en beneficio del pueblo argentino”, comentó Georgieva a través de su cuenta de X, cuando se enteró de que el secretario del Tesoro movía a favor del país.
Estados Unidos controla el board del FMI, y Donald Trump ya ha explicitado su apoyo político y personal a Milei. En este contexto, no había dudas de que la directora gerente del Fondo se iba a plegar al fuerte respaldo de la administración republicana al gobierno de la Libertad Avanza.
Argentina ha cumplido las metas del programa vinculadas a la emisión monetaria y al déficit fiscal, pero debió pedir un waiver al board del FMI por las escasas reservas que sumó en el Banco Central.
El Fondo entendió las razones alegadas por Luis Caputo -ministro de Economía-, y resolvió que Argentina tuviera un plazo extra para cumplir con la meta de reservas acordada durante este año.
“Si bien no se alcanzó la meta cuantitativa de mediados de junio para la acumulación de reservas internacionales netas, se cumplieron otros criterios clave de desempeño y objetivos indicativos, y se implementaron medidas correctivas para aproximar las reservas a la meta de reservas», aseguró el directorio del FMI cuando aprobó la revisión de julio.
Ahora, con la concesión del swap de 20.000 millones de dólares, Argentina no tendrá inconvenientes de aprobar la meta de reservas prevista para marzo de 2026.
En años anteriores, el país debió extremar su imaginación contable y sus contactos multilaterales para pagar los distintos vencimientos con el FMI.
Alberto Fernández, por ejemplo, se apalancó en China y en el BID para evitar que su gobierno cayera en default, ante la imposibilidad de obtener los desembolsos respectivos por el incumplimiento de las metas acordadas.
Milei y Caputo ya no tendrían que pasar por estas complejas anomalías institucionales. Argentina incumplía la meta de reservas por la crisis económica que trababa la inversión directa y el acceso a los mercados de crédito.
Con la decisión política de Trump de respaldar a la administración Milei, habrá un flujo de millones de dólares desde la Secretaría del Tesoro al Banco Mundial.
Un respiro para la Argentina, que podrá cumplir la meta de reservas acordada con el staff, Georgieva y el Board del FMI.
Infobae