Tras la victoria de Javier Milei, el mercado de bonos soberanos argentinos (los Bonares y Globales, identificados como AL y GD) experimentó un fuerte rally que disparó sus precios y, consecuentemente, hizo caer drásticamente sus rendimientos. Esta suba dejó una singular paradoja: los bonos de la Provincia de Buenos Aires (PBA), gobernada por el peronista Axel Kicillof, se posicionaron como los títulos públicos de renta fija más rentables en dólares.
Los bonos soberanos se negocian ahora con una tasa interna de retorno (TIR) anual promedio del 11%, cuando el año pasado superaban el 20%. En contraste, los títulos subsoberanos de la PBA, como el BB37D y BA37D, se operan con una rentabilidad cercana al 14%. Estos bonos distribuyen su renta en dólares de forma semestral y se comercian con una paridad de entre el 64% y el 73%.
La diferencia de rendimientos se debe, según Gastón Otaola, asesor corporativo en Bull Market Brokers, a la prima de riesgo que percibe el mercado sobre la provincia, cuya situación fiscal es vista como menos sólida que la nacional. Sin embargo, este riesgo es precisamente lo que genera la oportunidad de alta rentabilidad.
Damián Vlassich, líder de Estrategias de Inversión en IOL, comentó que el mercado cambió su «tinte» de pesimismo post-elecciones. Aunque los bonos soberanos subieron fuertemente (con activos destacándose con alzas de entre 15% y 25%), el optimismo se apoderó también de los títulos provinciales. En este sentido, Justina Gedikian, estratega de bonos en Cohen Aliados Financieros, señaló que la derrota inesperada del peronismo en la provincia mejoró la lectura política del mercado, reforzando las expectativas de un mayor alineamiento con el programa fiscal nacional.
Expertos como Otaola consideran que bonos como el BA37D ofrecen una oportunidad atractiva. Si la provincia logra mejorar su parte fiscal y, ante un eventual cambio político en 2027, sus títulos podrían llegar a cotizar con rendimientos similares a los del Estado nacional.
