La creciente presión del gobierno estadounidense hacia Venezuela no solo generó rechazo externo, sino también fisuras internas significativas dentro del Partido Republicano. Varios referentes del ala dura han comenzado a cuestionar la estrategia agresiva de la administración Trump, alertando sobre las consecuencias políticas y diplomáticas de una posible escalada militar o intervencionista.

Cuestionamientos y Riesgos Advertidos

Voces críticas dentro del partido han manifestado su preocupación ante el riesgo de que la estrategia pase de ser una campaña de sanciones y operaciones navales a una confrontación más amplia.

• Riesgo Imprevisible: Advierten que una escalada podría derivar en un “compromiso costoso e imprevisible” para Estados Unidos.
• Apuetsta Política: Sostienen que el conflicto ya no se percibe solo como una operación contra el narcotráfico, sino como una apuesta riesgosa con alto impacto mediático y social, lo que podría debilitar la imagen de unidad y liderazgo del partido.
• Costo Electoral: Existe malestar sobre el costo electoral y moral de involucrarse en un conflicto exterior mientras las prioridades internas en Estados Unidos requieren atención. Se teme que las amenazas extremas puedan alienar a sectores moderados de su base política.

Escenario de Disputa Interna

La situación en Venezuela se ha convertido en un escenario de tensión no solo internacional, sino también de disputa interna en Washington. La estrategia que parecía consensuada enfrenta ahora reparos y advertencias de que el costo podría ser más alto de lo previsto.

La Casa Blanca y la cúpula republicana se encuentran ante una disyuntiva: continuar con la escalada y arriesgar fracturas en su frente político, o revisar su enfoque para evitar daños colaterales en la estabilidad del gobierno y la credibilidad internacional.