La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) inicia una nueva etapa institucional tras confirmarse la renuncia del ingeniero Germán Lavalle y la designación de Martín Porro como su sucesor. El movimiento, impulsado por el flamante secretario de Asuntos Nucleares, Federico Nápoli, busca profundizar la eficiencia en el manejo de los recursos estratégicos del sector.
Perfil de la Nueva Conducción
Martín Porro llega a la cima del organismo con una credencial de más de tres décadas en la industria. Hasta su designación, se desempeñaba como gerente de producción en Dioxitek S.A., empresa clave en el ciclo de combustible nuclear argentino.
Su trayectoria incluye:
- Experiencia Operativa: Liderazgo en construcción, puesta en marcha y mantenimiento de instalaciones nucleares críticas.
- Eficiencia Energética: Coordinación de proyectos tanto en la Secretaría de Energía de la Nación como en organismos internacionales.
- Visión Estratégica: La gestión de Nápoli busca, a través de Porro, «reorganizar y eficientizar» la CNEA en un contexto de desafíos presupuestarios y tecnológicos.
El Legado de Germán Lavalle
La salida de Lavalle se produce dejando hitos significativos que marcan el ritmo del desarrollo nuclear argentino para los próximos años. Bajo su gestión, se consolidaron avances en áreas de medicina nuclear y soberanía tecnológica:
- Reactor RA-10: Se impulsó el plan para la finalización de este reactor multipropósito, fundamental para la producción de radioisótopos y la exportación de tecnología.
- Protonterapia: Se obtuvo la licencia para la puesta en marcha del Centro Argentino de Protonterapia (CEARP), una institución de vanguardia en la lucha contra el cáncer.
- Cooperación Internacional: Firma de acuerdos con Candu Energy Inc. para garantizar el suministro de agua pesada y fortalecer la colaboración técnica.
- Salud Púbica: La entrega del acelerador lineal Elekta EVO al Hospital Garrahan, permitiendo tratamientos de radioterapia pediátrica de alta precisión únicos en la región.
Desafíos Futuros
La gestión de Porro deberá navegar la continuidad de estos proyectos mientras adapta la estructura de la CNEA a los nuevos lineamientos de la Secretaría de Asuntos Nucleares. El foco estará puesto en mantener la excelencia científica argentina en el ámbito global, asegurando que la energía atómica siga siendo un pilar del desarrollo médico e industrial del país.