Tras una extenuante jornada de más de diez horas de debate en la Cámara de Diputados, el oficialismo logró dar un paso fundamental al aprobar en general el proyecto de Ley de Presupuesto 2026. Sin embargo, la victoria fue agridulce: el Gobierno no pudo sostener artículos polémicos que afectaban directamente áreas sensibles como la discapacidad, el financiamiento universitario y los subsidios energéticos.
Los ejes del debate: Equilibrio fiscal vs. Derechos Sociales
El cierre del debate estuvo a cargo de Gabriel Bornoroni, jefe del bloque de La Libertad Avanza, quien defendió la iniciativa bajo la premisa del «equilibrio fiscal» como piedra angular del plan de Javier Milei. Bornoroni enfatizó la importancia histórica de romper con 120 años de déficit fiscal para garantizar la prosperidad futura.
Sin embargo, la oposición y algunos bloques aliados manifestaron su rechazo a las medidas de ajuste estructural contenidas en el articulado.
La polémica por la «Borocotización» del voto
Uno de los momentos más tensos de la madrugada fue el cruce entre Germán Martínez, jefe del bloque peronista, y aquellos legisladores que cambiaron su postura respecto a leyes aprobadas previamente. Martínez denunció una «crisis de representación», acusando a ciertos diputados de entregar los derechos de jubilados y personas con discapacidad a cambio de concesiones menores.
En el centro de la controversia estuvieron:
- La derogación de las leyes de Discapacidad.
- El recorte en el financiamiento universitario.
- La quita del régimen de Zona Fría (subsidio al gas).
Una postura «extorsiva»
Incluso desde sectores habituales al acompañamiento del Gobierno, como el bloque liderado por Karina Banfi, se escucharon críticas feroces. La diputada radical calificó de «extorsiva» la metodología de obligar a votar capítulos enteros que contenían recortes inaceptables para su espacio, defendiendo la libertad de cada legislador de diferenciar su voto en el tratamiento particular.
Por su parte, el diputado santacruceño José Luis Garrido quedó en una posición incómoda al manifestar que, aunque votaría a favor del capítulo general, no coincidía con el desfinanciamiento educativo ni social, lo que le valió réplicas de la oposición sugiriendo que «las salvedades no salvan» las consecuencias del voto.
Conclusión del escenario legislativo
El oficialismo demuestra capacidad para avanzar en su agenda económica troncal, pero enfrenta límites claros cuando las medidas impactan en acuerdos preexistentes sobre educación y seguridad social. El texto ahora pasará a una nueva etapa de revisión, con la mirada puesta en cómo el Ejecutivo gestionará las partidas que el Congreso se negó a recortar.