El reciente relevamiento de la consultora Focus Market expone una radiografía cruda de la situación económica en Argentina. El Sueldo Anual Complementario (SAC) de diciembre, tradicionalmente asociado al consumo o las vacaciones, ha cambiado radicalmente su propósito para este cierre de año.
Prioridad Absoluta: El Pago de Deudas
Casi tres de cada diez argentinos (29%) destinarán su aguinaldo íntegramente a cancelar obligaciones pendientes. Este dato no solo es alarmante por el porcentaje en sí, sino por su crecimiento: representa un salto de 16 puntos porcentuales respecto al año anterior.
Este cambio de tendencia sitúa el desendeudamiento como la principal prioridad, desplazando a opciones que históricamente lideraban el ranking. La presión de los gastos básicos (servicios, prepagas, alimentos) y el financiamiento previo con tarjetas de crédito han obligado a los hogares a utilizar este ingreso extra para equilibrar sus cuentas.
Retracción en el Consumo y el Ahorro
El informe refleja una conducta defensiva por parte de los trabajadores, lo que se traduce en una caída en otros rubros clave:
- Vacaciones: El interés por destinar el aguinaldo al turismo cayó del 26% al 19%.
- Inversiones: Bajaron del 23% al 19%, mostrando una menor capacidad de generar excedentes a largo plazo.
- Atesoramiento (Dólares): La compra de moneda extranjera retrocedió del 16% al 12%.
Conclusión: El fin del «Efecto Impulso»
Históricamente, el aguinaldo de diciembre funcionaba como un dinamizador del consumo interno y el ocio. Sin embargo, en el contexto actual de pérdida de poder adquisitivo, el ingreso extra ha perdido su carácter recreativo para transformarse en una herramienta de contención. La clase media, en particular, utiliza estos fondos para evitar el colapso de su economía doméstica, priorizando la estabilidad financiera por sobre el disfrute o la inversión.
