En su reaparición, la Vicepresidenta de la Nación se refirió a la situación económica del país, remarcó que en 2015 el país tenía los salarios en dólares más altos de la región y se refirió a la dolarización.

   

Este viernes, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner analizó la situación económica de Argentina y advirtió que hoy el país se enfrenta a una «economía bimonetaria que lleva a la inflación”. Recordó que en 2015 el país «poseía los salarios en dólares más altos de la región”.

La vicepresidenta señaló que «el dólar hoy es un patrón más de conducta que monetario» y sostuvo que a 40 años de la vuelta de la democracia “estamos sin estado democrático constitucional y sin moneda”.

Kirchner también se refirió al modelo industrialista de sustitución de importaciones y explicó que «tenía problemas como la restricción externa«, pero que comenzó a profundizarse con el patrón de conducta del dólar en la sociedad.

«Primero las clases dirigenciales y empresarias de Argentina comienzan a formar activos externos en dólares que son tomados de nuestra economía y puestos por fuera del circuito, luego producto de las devaluaciones de crisis económicas, de la hiper del 89 y del 90, más la crisis del 2001, eso se fue permeando en la sociedad y ya entonces no era el empresario con los activos, si no también la gente que, como mecanismo de defensa, compraban dólares«, detalló.

Además, Cristina Kirchner se refirió a los rumores de una dolarización que algunos sectores plantean para mejorar la economía. Manifestó que «el valor de una moneda no lo da la ley, lo da el tamaño de la economía del país que emite esa moneda, y si hablamos de la primera economía, que tiene un par de portaviones, entendemos porqué el dólar es el patrón de conducta«.

La vicepresidenta opinó que «de producirse la dolarización» quien «va a tributar el gran sacrificio van a ser las clases medias argentinas«, destacando que «el empobrecimiento de esa clase no va a tener límites» ya que es el «mayor consumidor de dólares». Para ultimar el tema, llamó a no «seguir comprando mas espejitos de colores«.