Al regresar a su domicilio, el damnificado advirtió la ausencia de un celular y una billetera con dinero y documentación en sus bolsillos.
Un instructor de boxeo de la zona suroeste de la ciudad Capital salió a dar unas vueltas con su motocicleta. Eran las seis y se movilizaba por la avenida Belgrano. En esa circunstancia, advirtió la presencia de una travesti sobre la citada arteria, ofreciendo servicios sexuales. El hombre de 51 años detuvo la marcha del rodado y comenzó a entablar una conversación con la trabajadora sexual, hasta que llegaron a un acuerdo económico.
La travesti ascendió a la motocicleta y guió por las calles al conductor hasta llegar a una zona oscura de las torres del barrio Belgrano. El instructor de boxeo pagó y mantuvieron el encuentro íntimo en la vía pública. Luego de unos minutos, de acuerdo con la denuncia policial, se despidieron con la promesa de un nuevo encuentro en otra ocasión, el cliente ascendió a la moto y emprendió el regreso a su domicilio.
Sin embargo, cuando arribó a su casa y comenzó a desvestirse, advirtió que no tenía su teléfono celular Samsung A03 que lo había guardado en uno de los bolsillos. Tampoco tenía su billetera que contenía cuatro mil pesos, luego de haber pagado los servicios sexuales de la travesti, tarjeta de débito y crédito, documentación personal y del vehículo, y otras pertenencias.
Inmediatamente, se trasladó a la dependencia policial que tiene jurisdicción donde tuvieron el encuentro íntimo y realizó la denuncia penal. En este sentido, el instructor de boxeo tiene la sospecha que la travesti aprovechó el momento del acto sexual para apoderarse de sus bienes. Asimismo, el denunciante expuso ante los investigadores que “es la primera vez que le sucede este tipo de hecho delictivo”.
Los detalles del caso fueron informados a la Dra. Silvia Jaime Luna, representante de la Unidad Fiscal Capital, quien ordenó que se iniciara una investigación. El damnificado brindó las características físicas de la travesti, a quien no conoce por el nombre. Los uniformados buscan cámaras de seguridad por las calles que circularon en la moto la trabajadora sexual y el cliente hasta llegar a las torres del barrio Belgrano para mantener el encuentro íntimo.