La encuesta que favorece al Frente de Todos y alerta a Juntos por el Cambio

La encuesta que favorece al Frente de Todos y alerta a Juntos por el Cambio

Según los resultados de la consultora Synopsis, Cristina Kirchner podría equilibrar la balanza con su intención de voto individual; el descreimiento en la clase política derribó el marcado bipartidismo de 2019.

   

Pese a la indefinición de los candidatos del Frente de Todos de cara a las PASO y las elecciones de 2023, una encuesta detalló que la vicepresidenta Cristina Kirchner aún se posiciona como la dirigente oficialista con mayor intención de voto, a pesar de que dijo en numerosas ocasiones que no competirá en esta oportunidad. Sin embargo, las mediciones de una encuestadora sugieren que el Gobierno tiene chances de batallar frente a los candidatos de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza si la exmandataria decide competir.

Se trata de una encuesta realizada por la consultora Synopsis y que fue presentada en el programa de José Del Rio, Comunidad de Negocios en LN+. Allí, se encuestó a más de 1600 personas de todo el territorio nacional y se les preguntó a quién votarían si “las PASO fueran mañana”. En la lista se incluyeron potenciales candidatos y dirigentes que no aseguraron su candidatura.

Lo llamativo de los resultados es que el total de votos recopilados entre los posibles candidatos a presidente de Frente de Todos -Cristina Kirchner, Daniel Scioli, Sergio Massa, y Eduardo “Wado” de Pedro- superó al combinado de Juntos por el Cambio -Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, José Luis Espert, Facundo Manes y Gerardo Morales- 30,4% a 28,2.

Además, otro detalle que se lee es el porcentaje individual de los candidatos. En ese apartado, Javier Milei destaca por sobre el resto como el candidato individual con mayor intención de voto (24,4%), seguido por Cristina Kirchner (18, 8%) y más atrás los exponentes de Pro: Larreta (11,5%) y Bullrich (10,7%).

En diálogo con LN+, el director de Synopsis, Lucas Romero, explicó a qué se deben estos resultados en su más reciente encuesta nacional del mes de mayo. “La intención de voto por el espacio político hoy no está concentrada en dos opciones. La dispersión de apoyo probablemente sea consecuencia de esta suerte de crisis de representación”.

En ese sentido, el analista político sostuvo que en la sociedad existe un pedido de representación que la clase política hasta el momento no le brinda, pero igualmente marcó una salvedad con la crisis social, económica y política de 2001. “[La crisis] produce un enojo genuino en la gente que reclama respuestas a demandas y problemas que permanecen irresueltos desde hace mucho tiempo”.

“En el último estudio nacional hicimos la pregunta ‘¿Qué sentimiento te genera la situación del país?’. Y la palabra más mencionada fue ‘tristeza’, no ‘bronca’. Cada crisis tiene sus particularidades. La de 2001, fue una crisis de empleo. Pero esta es una crisis muy larga”, evaluó.

Explicó que a lo largo de los primeros cinco y casi seis meses del año, Juntos por el Cambio fue decayendo en su intención de voto mientras que espacios como el peronismo no kirchnerista fue incrementando, pero hizo hincapié en el descontento general provocado a raíz de la economía.

“En ese proceso de descomposición lento de la economía no hay tiempo para generar la reacción de bronca, y la gente se va como resignando. Es un momento muy particular que al igual que en el 2001 encuentra el vínculo roto entre la gente y la política”, sentenció en su análisis.

Insistió en que de cara a las elecciones el duelo será de tres tercios y no bipartidistas como en las anteriores. “Lo dijo Cristina en su reciente entrevista, en 2019 las dos principales coaliciones juntaron el 90% de los votos. Hoy las dos principales (Juntos por el Cambio y Frente de Todos) están juntando poquito más del 50%. Ha habido un proceso de dispersión de los apoyos”.

“Esto plantea muchos interrogantes en un contexto de incertidumbre económica que se retroalimenta”, argumentó Romero sobre los resultados de las encuestas que en el mes de mayo favorecen – al menos con Cristina en el tablero- al oficialismo, pero no así si se la quita de la ecuación.

(Por La Nación).

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