A través de un software con inteligencia artificial desarrollado en la Argentina, y que será de acceso universal, se podrá recuperar la voz original de una persona que perdió su capacidad de hablar.
Através de un software con inteligencia artificial desarrollado en la Argentina, y que será de acceso universal, se podrá recuperar la voz original de una persona que perdió su capacidad de hablar.
El político socialista Jorge Rivas volverá a hablar con su voz natural gracias a un sistema de inteligencia artificial argentino que procesa sus registros anteriores al episodio que lo dejó sin habla en 2007.
El exdiputado -que quedó cuadripléjico y sin habla tras recibir un golpe en la cara durante un asalto- estuvo en la presentación del proyecto Mi Identidad Vocal.
Se trata de una iniciativa tecnológica pública que busca recuperar la voz original de la persona, y no una «robótica», mediante un software con inteligencia artificial (IA) desarrollado en el marco del programa Impact.Ar de la cartera de ciencia y tecnología.
El Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y el Director Nacional de Estrategias Inclusivas, Accesibles y de Desarrollo Sostenible del Transporte del Ministerio de Transporte, Jorge Rivas, encabezaron la presentación de los avances del Proyecto de desarrollo de software de voz sintética en el marco del Programa “ImpaCT.Ar Ciencia y Tecnología”, en el Centro Cultural de la Ciencia (C3).
El proyecto es desarrollado por un grupo de investigación de la Universidad Tecnológica Nacional -Facultad Regional La Plata (UTN-FRLP), junto al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, y la Dirección Nacional de Estrategias Inclusivas, Accesibles y Desarrollo Sostenible del Transporte del Ministerio de Transporte de la Nación.
Dicha iniciativa está dirigida a un importante porcentaje de la población argentina que sufre diferentes patologías que tienen como resultado la pérdida de la voz como Traumatismo Cráneo Encefálico (TEC), Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), Accidentes Cerebro Vasculares (ACV), tumores laríngeos, Parkinson, Esclerosis Múltiple y otras patologías que afectan el aparato orofonador. Gran parte de las personas que sufren la pérdida de su voz, no acceden a ningún desarrollo tecnológico para satisfacer esa necesidad.
El desarrollo de este software permitirá, a esta población, expresarse a partir de una voz sintética, pero con la particularidad de que la innovación tecnológica aplicada, facilitará la comunicación con su voz natural. Se trata de un desarrollo innovador que aportará a la calidad de vida de quienes tengan la necesidad de utilización del software. El insumo principal para este desarrollo es el registro de la voz natural del beneficiario directo.
En la actualidad, los softwares existentes en el país trabajan con una voz sintética que no representa la identidad vocal de quien la utiliza. Es de gran importancia para quien esté perdiendo o haya perdido su capacidad del habla, poder hacerlo nuevamente con el mismo timbre y características de su particular forma de hablar, generando así, un fuerte impacto psicosocial en las personas que lo utilicen, de sus familias, grupos vinculantes y de la sociedad en general.
En esta primera etapa, el desarrollo contempla la creación de tres voces sintéticas con entonación y modismos en la forma de hablar y expresarse que tiene una voz argentina. La segunda etapa del proyecto, que se encuentra en desarrollo, consiste en la inclusión del registro de la voz natural del beneficiario directo en el software desarrollado.
“Es de acceso universal, es decir, que estará al alcance de quien lo necesite y no de quien pueda pagarlo. Este es un ejemplo que muestra la diferencia entre un gobierno nacional y popular y uno que no lo es. Por razones ideológicas, siempre ha sido para mí una preocupación cómo garantizar que el avance científico-tecnológico esté al servicio de la humanidad. Es muy importante para una persona con discapacidad poder disponer de herramientas tecnológicas que mejoren su calidad de vida”, expresó Rivas acerca del proyecto.
A su vez, destacó: «La voz también es un derecho. No tener voz nos deja afuera, dependemos de otros. Por eso, los avances tecnológicos de la actualidad nos permiten recuperar ese derecho a quienes lo habíamos perdido por la razón que fuera». «La sociedad es quien, muchas veces, discapacita, incluso desde la mera subestimación. Este proyecto, desarrollado por la UTN, nos devuelve la identidad de nuestra propia voz y derriba barreras para lograr una inclusión más plena y democrática, de ahí la importancia de su universalidad”, acentuó.
En sus palabras, Filmus manifestó “la emoción de escuchar a Jorge y la profundidad de su pensamiento, que nos hace pensar hacia dónde tenemos que avanzar para democratizar y poner el acceso, en este caso de la voz, al alcance de todas y todos, y tomar dimensión de lo que eso significa para la identidad».
«Es una gran alegría que desde el Ministerio podamos hacer este aporte no solo para Jorge sino para todas y todos los que lo necesitan. Más temprano le envié el proyecto a Esteban Bullrich, con quien estamos desarrollando varios proyectos de inclusión e investigación a través de su fundación, y estaba muy contento y agradecido y quedamos en seguir trabajando juntos en este tema porque hay un campo de necesidades muy importante”, añadió.
Por su parte, el Subsecretario de Coordinación Institucional, Pablo Núñez, describió las características del programa ImpaCT.Ar Ciencia y Tecnología.
“El programa tiene más de 160 desafíos presentados y 114 proyectos en ejecución, en todas las regiones, donde el sistema científico-tecnológico del país trabaja mancomunadamente con los gobiernos de todos los niveles para la mejora y el desarrollo de las políticas públicas que redunden en mejoras para toda la población», indicó.
En esa línea, el funcionario aseguró que «uno de los principales desafíos es el de fortalecer el impacto de todas las capacidades del sistema científico para que tengamos mejores políticas públicas. Este proyecto es un ejemplo de ello. Necesitamos que este tipo de desarrollos sean un insumo que se considere a la hora de la evaluación en nuestras instituciones, que tomen estos proyectos como parte de una actividad científica que es fundamental”.