China apoya a Rusia tras la sublevación de los mercenarios del grupo Wagner

China apoya a Rusia tras la sublevación de los mercenarios del grupo Wagner

El jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, desafió con sus milicias -en un lapso de 24 horas- la autoridad del presidente ruso, antes de dar marcha atrás y retirar a sus efectivos, que habían avanzado hasta llegar a unos 400 kilómetros al sur de Moscú, para instalarse en Bielorrusia.

   

El Ministerio de Relaciones Exteriores chino indicó que China apoya los esfuerzos de Rusia para «proteger la estabilidad» nacional, en una primera reacción del Gobierno chino a la rebelión del grupo paramilitar ruso Wagner contra el Kremlin.

«Como vecino amistoso y socio estratégico, China apoya a Rusia en sus esfuerzos para proteger la estabilidad del país, desarrollarse y alcanzar la prosperidad», declaró el Ministerio en un comunicado.

Lo sucedido en Rusia es un «asunto interno», agregó la nota, informó la agencia de noticias AFP.

Se trata de la primera reacción oficial de China a la situación en Rusia, donde el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, desafió con sus milicias -en un lapso de 24 horas- a la autoridad del presidente ruso, antes de dar marcha atrás y retirar a sus efectivos, que habían avanzado hasta llegar a unos 400 kilómetros al sur de Moscú, para instalarse en Bielorrusia.

En este contexto, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Andrei Rudenko, fue recibido por el ministro de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang.

Un poco antes, el Gobierno ruso había afirmado que, durante esa reunión, China había expresado su «apoyo» a los esfuerzos del presidente Putin para «estabilizar la situación» tras la rebelión de Wagner.

Las relaciones entre China y Rusia se fortalecieron en los últimos años, sobre todo a raíz del conflicto en Ucrania, que llevó a Rusia a reforzar sus alianzas en Asia para compensar su aislamiento en Occidente.

El grupo paramilitar Wagner y su líder Yevgueni Prigozhin se sublevaron a los mandos militares leales al Kremlin y ocuparon la ciudad fronteriza de Rostov, desde donde siguió su marcha hacia Moscú.

El grupo paramilitar Wagner y su líder Yevgueni Prigozhin se sublevaron a los mandos militares leales al Kremlin y ocuparon la ciudad fronteriza de Rostov, desde donde siguió su marcha hacia Moscú.



El grupo paramilitar ha tenido un papel clave junto al Ejército ruso en la ofensiva en Ucrania.

En el levantamiento, Prigozhin desafió frontalmente la autoridad de Putin, luego de denunciar que el ministro de Defensa y el jefe de las Fuerzas Armadas rusas habían ordenado un bombardeo contra sus posiciones en Ucrania que dejó decenas de combatientes muertos.

Prigozhin desafió frontalmente la autoridad de Putin, luego de denunciar que el ministro de Defensa y el jefe de las Fuerzas Armadas rusas habían ordenado un bombardeo contra sus posiciones en Ucrania que dejó decenas de combatientes muertos.


El jefe de la milicia afirmó que ingresó a Rusia con sus tropas para deponer al mando militar ruso, y que él y sus 25.000 hombres están «listos para morir» en su cometido.

La sublevación anunciada por Prigozhin originó una fuerte advertencia de Putin, quien prometió un castigo ejemplar para el exaliado del Ejército regular en el frente de batalla en Ucrania.

Sin embargo, el grupo se replegó, tras un abrupto acuerdo con el Kremlin para que Prigozhin se exilie en Bielorrusia.

Prigozhin dijo que ponía fin a la rebelión para evitar un «baño de sangre».

El pacto apagó el mayor desafío a Putin en sus más de 20 años en el poder en Rusia, pero la revuelta expuso vulnerabilidades entre las fuerzas rusas justo en un punto álgido de la guerra en Ucrania.

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