El pasado martes tomó estado parlamentario un importante proyecto de ley impulsado por la diputada Verónica Larcher, del bloque Frente Renovador y Progresista.El mismo tiene como objetivo la creación del “Programa para la Crianza con Ternura y el Buen Trato”, reconociendo y garantizando el estado provincial el derecho de niñas, niños y adolescentes a una crianza sin violencias y al buen trato por parte de las personas adultas.Entre sus articulados se considera la adopción del enfoque de la ternura como forma específica del amor referido al cuidado y al abrigo y como fundamento de la crianza de niños, niñas y adolescentes, en la convicción de que su práctica motoriza, junto con otras estrategias y medidas, la reducción de las desigualdades y la ampliación de oportunidades.Una convivencia social fundada en vínculos de afecto y confianza que definimos como “buen trato”, fundamentales para el desarrollo de proyectos de vida por parte de las nuevas generaciones.El compromiso del Estado con la transformación de las estructuras y prácticas que perpetúan una crianza tutelar, patriarcal y autoritaria que controla y domina a niñas, niños y adolescentes a través del miedo y del dolor. Las prácticas de crianza y convivencia basadas en el reconocimiento del valor de cada persona y de la vida en comunidad fundan una sociedad más justa e inclusiva.En el campo de la salud, el proyecto reconoce y garantiza el derecho de las mujeres, personas gestantes, niños, niñas y adolescentes de contar con un ambiente adecuado durante su internación, asegurando la participación y la colaboración de la familia, los referentes afectivos y la comunidad, entre otros puntos importantes.Al respecto la diputada Verónica Larcher indicó: “La Crianza con Ternura busca eliminar los vínculos fundados en la imposición de límites que no se explican ni se comprenden. A la hora de la crianza y el abrigo, no existe ninguna justificación para el ejercicio de la violencia”.“El proyecto nos recuerda que la violencia y/o el maltrato a las/os niñas, niños y adolescentes es una problemática transversal a toda la sociedad que no distingue condición socioeconómica”, agregó.“Veo con preocupación el número de casos que salen a la luz de maltrato hacia los niños, niñas y adolescentes. Siempre existieron, pero desde el caso del pequeño Lucio Dupuy, son cada día más visibles. Como legisladora tengo el deber moral y ético de proponer leyes para garantizar que nuestros niños, niñas y adolescentes no sufran ningún tipo de violencia, partiendo desde sus hogares, centros educativos, de salud, etc.”, explicó Larcher.“La violencia genera miedo y ansiedad, y su utilización como método de crianza trae consecuencias difíciles de revertir: incapacidad para responder de forma pacífica y creativa a situaciones amenazantes; debilitamiento del desarrollo cognitivo y afectivo del niño y del adulto, y destrucción de la confianza que es propia de los vínculos de crianza y acompañamiento”, finalizó la legisladora provincial del Frente Renovador y Progresista.