El enfrentamiento tiene raíces antiguas que datan de más de 25 años.
La situación llegó a un límite. Hoy parece una utopía pensar en un abrazo fraternal entre Juan Román Riquelme, vicepresidente de Boca, y Mauricio Macri, candidato a vicepresidente de la oposición y otrora mandatario del club.
Para el tandilense, el otro ya no es “Román”, al menos en la mayoría de las ocasiones. Ahora es “Riquelme”.
Por el lado del Diez, quedaron atrás los tiempos del “Mauricio”. Ahora es “este señor”, según sus últimas declaraciones en una conferencia de prensa.
Este enfrentamiento, que derivó en las elecciones más tensas de la historia del cuadro de la Ribera, tiene raíces antiguas que acusan más de 25 años. Una pelea que incluye disputas por los salarios, reclamos públicos y reconciliaciones, dentro y fuera de las paredes de Brandsen 805.