Desde que la Copa Libertadores se define en un partido único, la Argentina jamás albergó una final y este año podría ser la primera vez y en el Monumental.
Lo que comenzó como un rumor se está convirtiendo en una versión cada vez más fuerte: el Estadio Antonio Vespucio Liberti de River Plate, el Monumental, sería el escenario en el que se jugará la Final de la Copa Libertadores 2024, luego de que en 2023 se disputara en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro. El Maracaná también había sido sede de la final en 2020.
Es que desde que la Conmebol decidió cambiar el formato de la definición, es decir, de partidos ida y vuelta a una final única, nunca se disputó en la capital argentina. Hasta entonces, el privilegio de recibir el encuentro más importante a nivel clubes de Sudamérica se le otorgó a Lima (Perú), Montevideo (Uruguay), Guayaquil (Ecuador) y a Río de Janeiro (Brasil) en dos oportunidades.
Por eso, en primera instancia, Buenos Aires quedó como la apuntada para la edición 2024, aunque Santiago de Chile, Asunción de Paraguay y Bogotá o Medellín de Colombia, también se postulaban.
Dentro de ese marco, la cancha de River pica en punta, principalmente, por haber quedado como el estadio más moderno de la capital federal tras la reciente reforma. En ese mismo sentido, es el de más capacidad (84.567 espectadores) de Latinoamérica, incluso por encima del Estadio Azteca que quedó en 83.264, por lo menos, hasta la remodelación que están por encarar para la Copa del Mundo del 2026.
De confirmarse el Estadio Monumental como la sede de la Final de la Copa Libertadores 2024, la decisión no será modificada por cuestiones deportivas. Es decir, si River llega al último partido del certamen continental lo disputará en su estadio, tal como sucedió el año pasado con Fluminense y el Maracaná.
El aliciente para River si el Estadio Monumental es confirmado como la sede de la Final de la Copa Libertadores 2024
En River ven con muy buenos ojos que el Monumental sea la sede de la Final de la Copa Libertadores 2024. En primer lugar porque sería una ventaja en caso de llegar al encuentro decisivo. Y en segundo lugar porque no hay manera de sufrir una vuelta olímpica de Boca en su casa, ya que el Xeneize no clasificó para la Libertadores de este año y participará de la Copa Sudamericana.