La Conferencia Episcopal emitió un comunicado con cuestionamientos al Gobierno por el cierre de comedores y la paralización de programas en barrios populares. También advirtió por el avance del narcotráfico.
En una durísima crítica al gobierno de Javier Milei, casi cien obispos señalaron las llagas de la Argentina por el narcotráfico, los jubilados que no les alcanza, el cierre de comedores, la caída de políticas por los barrios populares, el desalojo de familias de sus tierras y la desocupación.
La Iglesia cuestionó la política social del Gobierno y alertó por la situación de los jubilados y comedores en medio de la brutal crisis social y económica que atraviesa el país. Luego de la 124º Asamblea Plenaria del Episcopado Argentino, los obispos emitieron un comunicado donde advirtieron que muchos abuelos enfrentan “el drama de elegir entre comer o comprar medicamentos porque la jubilación o alcanza” y que «cierran comedores comunitarios por falta de asistencia».
“Desde hace décadas vivimos tiempos difíciles en nuestra querida Argentina. Hay muchas situaciones que atentan contra la dignidad infinita de la persona humana, como, por ejemplo: avanza la pandemia silenciosa del narcotráfico, que utiliza a los pobres como material de descarte, que promueve el sicariato, que seduce con dinero manchado de sangre a miembros del ámbito político, de la justicia y del mundo empresarial; a muchos abuelos y abuelas se les presenta el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque la jubilación no alcanza; cierran comedores comunitarios por falta de asistencia y muchos vecinos se quedan sin la posibilidad de esa comida en el día; se ataca la vida inocente que no ha nacido, y, a la vez, la igualmente sagrada vida de millones de niños y niñas ya nacidos que se debaten entre la miseria y la marginación; asistimos a la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares, logradas con el consenso de gobiernos de distintos signos políticos y representantes legislativos; también familias despojadas de su tierra natal en beneficio de intereses económicos; hermanos que pierden su trabajo, que sienten que su vida está de sobra, y que no pueden poner el hombro en la construcción de la Patria”.
Este es el textual más contundente del documento de los obispos católicos al finalizar, hoy viernes 19, al mediodía, su asamblea plenaria, en el predio de la iglesia llamado “La Montonera”, en la localidad de Pilar, provincia de Buenos Aires.
“Son tiempos complejos, por momentos contradictorios, en los que conviven una esperanza y paciencia honda de nuestro pueblo, que habla de su grandeza de corazón, con una incertidumbre y una creciente vulnerabilidad de las personas”, agregaron en el documento que nació del debate entre los gobernadores eclesiales de todo el país, tanto obispos como sus auxiliares junto a los eméritos (los jubilados) que alcanzan unos 97 hombres.