Tuvo una gran cantidad de participantes y público de la zona y de otras ciudades. Hubo show musical y sorteos.
En el predio del ferrocarril de la localidad de Colonia Dora (departamento Avellaneda) se llevó a cabo la 6ª edición del festival de jineteada y folclore en conmemoración del Día de la Independencia. El evento, que reunió a participantes de tropillas y jinetes de todo el departamento Avellaneda, zonas aledañas y provincias vecinas.
Desde las primeras horas tempranas, el público disfrutó de una jornada llena de destreza y tradición. La prueba de riendas abrió el festival, seguida por las emocionantes competiciones de jineteada en las categorías de clina limpia y basto con encimera. Además, hubo montas especiales que se destacaron por su espectacularidad y el coraje de los jinetes.
Este año, Nicolás Díaz, de Ceres, Santa Fe, se consagró campeón de la jineteada. El segundo lugar fue para Juan Castillo, de Añatuya, y el tercer lugar para “Pepe” Leithold, también de Añatuya.
Las actuaciones de estos jinetes fueron aclamadas por el público, que se mantuvo expectante durante toda la competencia. Participaron de Santiago del Estero y provincias vecinas.
El festival no solo ofreció emocionantes espectáculos ecuestres, sino también incluyó una feria de venta de artesanías, emprendedores y puesteros, quienes añadieron un colorido especial al evento con sus productos únicos y tradicionales.
Como todos los años, se realizó la popular bailanta que, en esta ocasión, contó con la presencia de destacados artistas. El Brujo del Chamamé, la Banda del Baty, los Cuatro del Trópico, Cristian Cáceres y su banda, y un gran cierre con los Santiagueños de Oro deleitaron al público con su música, creando un ambiente festivo que perduró hasta altas horas de la noche.
En la oportunidad, se realizaron sorteos de premios, incluyendo $ 1.000.000 que en este caso lo ganó una vecina de la ciudad. El evento no solo celebró la tradición de la jineteada y el folclore, sino también fortaleció los lazos comunitarios y resaltó la rica cultura de la región.
La combinación de habilidades ecuestres y música folclórica en vivo creó un ambiente festivo que perduró hasta el final del día.