«Tuve que salir en pantuflas y bata e irme a la casa de huéspedes con mi bebé»

«Tuve que salir en pantuflas y bata e irme a la casa de huéspedes con mi bebé»

En diálogo con la prensa, la expareja de Alberto Fernández siguió revelando escabrosos detalles de lo sucedido.

En una extensa entrevista con Infobae, Fabiola Yañez siguió revelando detalles de su relación tormentosa con el expresidente Alberto Fernández.

— ¿Qué te pasó cuando viste las fotos?

— Me destruí, pero me destruí por mi hijo. Yo jamás hubiese querido que saliera una foto así de mí. ¿Qué mujer se quiere ver en todos los programas de televisión y en los medios del mundo así? No entiendo cómo se filtraron los chats y que se guardaran la foto para el último momento… (llora y pide un pañuelo…retoma al minuto). Creo que no hay una mujer en el mundo que quiera verse así. Hay otras causas sobre violencia que siempre van por lo privado. Entonces sus hijos no lo van a ver, ni su familia. Mi familia está sufriendo por ver esto. Tengo a mi familia toda separada porque mi mamá tuvo que venir a apoyarme a mí hace más de un año y medio. Tuvo que dejar a su esposo, alejarse de su hija, de mi hermanita que tiene 17 años y estaba terminando el secundario. Y acá estamos solas, obviamente. Y en Olivos yo siempre estuve sola, porque mi familia vivía a más de mil kilómetros. Yo siempre estuve sola.

— Recién te preguntaba sobre tu historia de amor, ¿En qué momento se rompe? ¿En qué momento cambia?

— Bueno, sucedió una cosa muy importante, después del 14 de mayo pero no te la puedo contar…

— Esto empieza antes de la Presidencia…

— Claro que sí.

— Vimos que sufriste violencia física. ¿Sufriste otros tipos de violencia?

— Sí, otra violencia a la que estuve sometida durante muchísimo tiempo como es el acoso telefónico. Terrorismo psicológico. Esta persona estuvo durante dos meses – están todos los chats y muchas personas lo saben – amenazándome día por medio con que si yo hacía esto, si hacía lo otro, que se iba a suicidar. Eso no se hace, eso es un delito. ¿Cómo voy a estar yo entera para mi hijo si tengo a una persona diciéndome esas cosas? Día por medio, durante dos meses. Pero fue lo último que esta persona hizo.

— ¿Alberto Fernández, ex presidente, tu ex pareja, te amenazaba concretamente con suicidarse?

— Sí, concretamente con suicidarse, reiteradas veces.

— ¿Qué te pedía? ¿Que no hablaras? ¿Que volvieras con él?

— Esas cosas no las puedo decir porque están dentro de lo que es la causa.

— ¿Viviste violencia económica?

— La verdad es que no, pero sí viví una situación muy horrible. Cuando él no se dio cuenta que me estaba hablando, tenía el teléfono en altavoz y él dijo que mi mamá y mi hermanita eran… No voy a decir la palabra que utilizó… que las estaba manteniendo. Cuando no tengo ni una empleada. Eso fue una manera de reclamarme una cuestión económica y despreciar a mi familia también. Mi hermana lo escuchó y se largó a llorar.

— ¿Sufriste algún tipo de violencia sexual?

— No puedo. No puedo hablar de esas cosas.

— En los chats hablás de un evento en particular en el que decís que te estuvo lastimando durante tres días…

— No puedo hablar. Eso está dentro de la causa y del secreto de sumario.

— Por la fecha del chat todo indicaría que esto fue cuando vos estabas embarazada, ¿no?

— En realidad, lo peor fue el último año cuando me voy a vivir a la casa de huéspedes.

— ¿Te vas con tu bebé a la casa de huéspedes?

— Tuve que salir en pantuflas y bata e irme a la casa de huéspedes.

— ¿Te sentías en peligro?

— No, pero no soportaba más. ¿Cómo una persona con tanta impunidad te hace una cosa así? Entonces ni siquiera le contestaba. Agarraba, me ponía la bata, las pantuflas y me iba a la casa de huéspedes. Y después tomé la decisión. En julio más o menos. Cuando empezaron a decir que estábamos separados, era verdad. Solo que no lo querían decir. Entonces, obviamente, si yo me iba de Olivos iba a ser un escándalo. Entonces, todavía queriéndolo ayudar, queriéndolo ayudar, me voy a vivir a la casa de huéspedes, donde él cada vez que llegaba abría la puerta. Pero no es que me golpeaba la puerta para entrar. Abría la puerta así, de un portazo. Y yo ahí viví con mi hijo el último tiempo. Entonces empezaron desde antes de agosto, todas las semanas, a darme un cuento distinto: “Mañana te vas”, y así. Pero no me dejaron ir hasta el 2 de diciembre.

— ¿Estuviste cautiva en Olivos?

— No porque igual tampoco es que salía mucho, ustedes saben. A mí jamás nadie me vio en un restaurante, en un bar. Jamás, porque nunca salí a hacer esas cosas. Simplemente iba a la casa de una amiga. Pero me quería ir y no podía. Me inventaban una cosa todas las semanas para irme llevando.

— ¿Por ejemplo, qué te decían?

— Cosas como: “Mañana arreglamos el avión, para que puedas viajar de la forma más segura”, y no sé cuánto más para viajar a Madrid. El destino no lo elegí yo. Él lo eligió por su comodidad. Y así hasta el 2 de diciembre. Entonces del país no pude salir nunca.

— Ese tiempo en la casa de huéspedes con tu bebé, ¿sufrías violencia?

— Y… que una persona entre a tu intimidad hasta abrir no solo la puerta de entrada sino la de la habitación para ver qué estaba haciendo, qué podía estar haciendo…

— ¿Te dolió revivirlo, más allá de Francisco? ¿Recordarte en esas situaciones?

— Sí. Al revivir todas esas cosas que pasaron me di cuenta que no era normal.

— ¿Recién ahí te diste cuenta?

— Sí, porque ahí es donde me desahogué realmente.

— La primera vez que te contacta el juez Julián Ercolini decidís no hacer la denuncia…

— Me pidieron que no lo haga…

— ¿Quién?

— Era una situación bastante incómoda. Me llama el juez. Quería hacer todo rápido, todo apurado. En menos de cuatro horas me armaron una audiencia. Entonces, en ese momento, y además porque me pidieron que no lo hiciera, más que no sabía qué hacer, dije que no.

— Eso fue en los primeros días de julio…

— Sí. Yo pedí ayuda a varias personas. Y esas personas no me ayudaron.

— En Olivos tenían que saber lo que estaba pasando…

— Sí, obviamente.

— ¿Nadie te ofreció ayuda?

— No, nadie. Es más, fui a buscar ayuda a la persona que tenía la responsabilidad de velar por eso…

— ¿Al Ministerio de la Mujer?

— Sí, fui y pedí ayuda. Salieron ahora a defenderse cuando no me defendieron a mí, mientras me defenestraban. Decían barbaridades de mí. Porque ustedes son testigos de todo lo que se dijo. ¿Cuando salió alguna de esas personas pertenecientes a ese ministerio? Desde el primer día que me empezaron a maltratar, porque ustedes saben que me maltrataron durante cinco años. Solo se dedicaron a hablar de frivolidades y de mentiras.

— Estábamos hablando del Ministerio de la Mujer…

— Mostré y pedí ayuda. La persona las vio (las imágenes) y ahora me envió un mensaje diciendo: “Vos nunca me pediste ayuda. Dijiste que ibas a venir al ministerio”. Si yo iba al ministerio, salía en los diarios.

— ¿Quién es la persona?

— Bueno, se imaginarán. Me decían: “Vení a verme al despacho en algún momento. Yo estoy con vos”. Si estás viendo una situación así, ¿yo tengo que ir a verte a vos?, ¿a tu despacho?

— ¿En qué momento fue este pedido de ayuda? ¿Ya había nacido Francisco?

— Sí, claro. Esto fue el último año en un viaje. Pero no recuerdo exactamente la fecha.

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