El Boletín Oficial de la Nación destrozó los argumentos del Presidente

“No hay plata” y “vamos a combatir la casta”, los lemas que llevaron a Javier Milei a la presidencia de la Nación se desmoronan toda y cada vez que con su firma se publican en el Boletín Oficial de la Nación actos administrativos que son un insulto al pueblo argentino porque corroen los cimientos ya desvencijados de una sociedad en estado de vulnerabilidad y, correlativamente, benefician a lo más “granado” de la vieja política que aseguró que iba a desterrar del mapa de la Argentina cuando, en realidad, conforma con ella una sociedad espuria a los intereses comunes del país.

Con provincias asfixiadas por el recorte brutal de fondos, la obra pública paralizada con miles de familias en la callecomida que se acumula en los galpones del mal llamado “ministerio de Desarrollo Humano” porque pareciera ser que los pobres no tienen derecho a un plato de comida digno en sus mesas; con las partidas presupuestarias para tratamientos de enfermos crónicos “en vía muerta” y desde la construcción cotidiana del odio y la individualidad como nueva cultura del hacer política, el gobierno de Javier Milei decidió, el mismo día que publicitó el veto total a la Ley de Jubilacionesextender la generosa mano de los fondos de todos los argentinos a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, comandada por Jorge Macri; a la sazón primo de Mauricio, jefe del PRO y su verdadero hacedor.

La erogación representa la inimaginable suma de 450 mil millones de pesos bajo el pretexto de adecuar la partida presupuestaria para atender “el mayor coeficiente” de la ciudad, según consta en el Decreto Administrativo 858/24.

En tanto, la rechazada Ley de Jubilaciones, en un acto de enjuague de moralina publicitado a rabiar por los operadores del libertario, representaba para las arcas de la Nación 300 mil millones de pesos que tenían como destino a uno de los eslabones más débiles de la cadena social, que son nuestros abuelos. Y, bien se sabe, una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil.

La semana pasada Mauricio Macri, harto de las entrañitas, milanesas y falsas promesas de Milei en las reiteradas visitas a Olivos; podrido del ninguneo al que es sometido por las estrategias de Karina (la “jefa” de la Nación) y Santiago Caputo (el monje negro del Gobierno que no figura en la estructura del Estado ni presenta declaraciones juradas) bajó línea a tropa propia y aseguró que Milei es un “psicópata”; al tiempo que comenzó a urdir la venganza electoral con el inicio de negociaciones con la UCR de De Loredo en Córdoba para arrebatarle a La Libertad Avanza la victoria en uno de sus bastiones y hacerle morder el polvo de la derrota.

Karina Milei y Santiago Caputo, el poder detrás del poder.
Karina Milei y Santiago Caputo, el poder detrás del poder.

Algo pasó. No se sabe si es a raíz de los acuerdos por la Corte, los presuntos guiños de impunidad o por la histérica relación política que lo une, pero la casta volvió a ganar fortunas con el hambre de los más desvalidos.

Y no es la primera vez. A medida que este gobierno transita el recorrido de su casi extinguida existencia política, va dejando los andrajos de su huella de espanto: Los jamones del ejército, los amoríos de Milei casi por cadena nacional, el esoterismo de Karina, los innumerables viajes al exterior para promocionar su fórmula de construir éxito “con o sin dinero”, los cheques truchos por cientos de millones a Provincia Seguros bajo el gobierno de Daniel Scioli (favores compensados con una embajada en Brasil), las radiografías truchas de Adorni, los “dibujos” económicos y financieros del “Toto” Caputo en un país en el que la mitad de la población ya cayó en la pobreza.

Y suma y sigue.

La pregunta es ¿Cuál es el límite? Hay varias respuestas posibles. ¿Será el Congreso? ¿Serán las urnas?

Lo que sea, pero en paz y dentro de los mandatos de la República.

Porque, al sabio decir de Nietsche, “quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en un monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, también este mira dentro de ti”.

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