Sospechan que un colombiano que vive en Córdoba transfirió criptomonedas a un financista de Hezbollah

Sospechan que un colombiano que vive en Córdoba transfirió criptomonedas a un financista de Hezbollah

Un joven que enseña idiomas hizo operaciones con una billetera virtual que estaría conectada a Tawfiq Muhammad Sa´id al-Law, quien está investigado en EE.UU por financiar a esa organización criminal.

La alarma sonó en varios despachos de los más altos del poder político y judicial del país ante la posible conexión desde la Argentina con la estructura de financiamiento del terrorismo internacional. Era un expediente que se mantenía en estricta reserva pero la difusión en televisión de algunos detalles del caso apuró los tiempos. Funcionarios del Gobierno, de la Unidad de Información Financiera (UIF), de la PROCELAC y de la Justicia Federal investigan si un joven colombiano que reside en Córdoba realizó en los últimos dos años transferencias con criptomonedas a una billetera virtual ligada a un financista de la organización islamista Hezbollah, quien ya tiene alerta roja de Estados Unidos. Son operaciones sospechosas que superan los 1.700 millones de pesos.

El Registro Público de Personas y Entidades vinculadas a actos de Terrorismo y su Financiamiento (REPeT), que es de acceso público, incluyó el 27 de agosto pasado en sus bases de datos a Miguel Ángel Fierro Uribe y a Tawfiq Muhammad Sa`id Al Law. El primero fue identificado como argentino -aunque su nacionalidad es colombiana- y es un joven que se presenta en redes sociales como profesor de idiomas y diplomado en criptomonedas. El segundo es sirio y tiene un prontuario impactante: su nombre aparece varias veces en el FinCEN y la OFAC, organismos del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos que investigan y controlan el financiamiento del terrorismo internacional, el narcotráfico y otros delitos transnacionales.

Según pudo saber Infobae de fuentes al tanto de la investigación, la Unidad de Información Financiera detectó decenas de operaciones sospechosas, debido a que las transferencias realizadas por la billetera virtual del joven colombiano pasaban a otra wallet radicada en Brasil que, a su vez, conectaría con la red administrada por Sa`id Al Law. “Fueron más de 30 las operaciones, durante más de un año y medio y se repetía la modalidad”, explicaron los informantes. El volumen total que está bajo la lupa es de unos 1.700 millones de pesos, cerca de un millón y medio de dólares a la cotización MEP.

La clave de la investigación -cuyos datos preliminares difundió anoche el canal TN- está en la conexión del joven colombiano con el sospechoso sirio. En que en un informe del FinCEN al que accedió este medio se destacó que Hezbollah “utiliza redes de empresas fachada y negocios legítimos, así como criptomonedas para recaudar, blanquear y transferir fondos. Los financistas de Hezbollah utilizan zonas de libre comercio y países con marcos regulatorios débiles (…) se sabe que los agentes de Hezbollah operan en la zona de la triple frontera de Argentina, Brasil y Paraguay, y en zonas de libre comercio de Chile y Panamá, con miembros y simpatizantes identificados también en Colombia y Perú”.

En este pasaje del reporte, el organismo que investiga el lavado de dinero recordó que “en marzo de 2024, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó al cambista de dinero sirio con sede en El Líbano Tawfiq Muhammad Sa’id al-Law por proporcionar a Hezbollah billeteras digitales para recibir fondos de las ventas de materias primas del CGRI-QF y por realizar transferencias de criptomonedas en nombre de la sancionada Compañía Siria Qatirji, funcionarios sancionados de Hezbollah”.

Ante los movimientos sospechosos que se detectaron entre las billeteras virtuales del colombiano nacionalizado argentino, la UIF dispuso “el congelamiento administrativo de bienes y dinero por seis meses” de ambos. Lo cierto es que el financista sirio no cuenta con ninguna actividad ni vínculo con la Argentina y el joven que vive en Córdoba sólo tenía una billetera virtual y algunas cuentas bancarias a su nombre, por donde se transferían dinero virtual en USDT. De acuerdo con las investigaciones, las operaciones que dispararon las alertas empezaron en marzo y la última ocurrió en junio pasado.

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