Secuestraron armas, un par de esposas y balines, entre otros elementos.
La madrugada del jueves 29 de agosto del corriente año, alrededor de las 3, un joven de 27 años, domiciliado en el barrio Finca de Ramos, fue interceptado cuando regresaba a su casa por un grupo de cuatro sujetos, quienes vestían chalecos similares a los de la fuerza policial, lo cargaron en una camioneta y bajo amenazas con armas de fuego le preguntaron por una moto que, según la víctima, la había sustraído, pero ya había sido secuestrada por la fuerza de seguridad. Seguidamente, lo golpearon, lo “picanearon”, lo maniataron, le colocaron esposas en los pies, lo amordazaron y lo arrojaron boca abajo en un monte del barrio Los Álamos III, donde una mujer escuchó sus quejidos a las 9 y fue rescatado.
Desde ese momento, personal del Departamento Homicidios y Delitos Complejos inició investigaciones en las que analizaron cámaras de seguridad y testimonios que llevaron a identificar a dos sospechosos.
Con órdenes de allanamiento, los policías irrumpieron ayer en un domicilio del barrio Gorrini, donde se detuvo a un hombre de apellido Ríos (34 años), y secuestrando en la casa dos teléfonos celulares, un par de esposas, dos armas de aire comprimido, una funda de arma larga, cajas de balines, un hacha, una mira telescópica y prendas de vestir. Además, solicitaron la intervención de la Dirección General de Drogas Peligrosas, que incautó una balanza de precisión, tijeras y envoltorios con cocaína.
Por otra parte, apresaron a su hermano de 18 años del mismo apellido, tras ser sorprendido en la vía pública.
Los detenidos y los secuestros quedaron a disposición de la fiscal Cecilia Pacheco.
Las averiguaciones prosiguen para identificar a los otros dos sospechosos restantes.