A realizarse en el Nodo Tecnológico, en el Parque Industrial de la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, del certamen participarán como jurado, la profesora Elma Diosquez Dupuy de Tucumán, y el profesor Horacio Quispe de Salta.
El 16 y 17 de noviembre se llevará a cabo el gran Certamen Nacional de Danza y Malambo “Tusuypa Tantanacu”, organizado por la Academia bandeña “Rosario Carabajal”, a cargo de la profesora Liz Bellido.
La invitación está abierta para bailarines de academias y solistas de la provincia. Con importantes premios, las bases y condiciones se pueden obtener al teléfono 385402773.
A realizarse en las instalaciones del Nodo Tecnológico, en el Parque Industrial de la ciudad de La Banda, Santiago del Estero, del certamen participarán como jurado, la profesora Elma Diosquez Dupuy oriunda de Tucumán, y el profesor Horacio Quispe de Salta. Entre otros anfitriones.
Pueden participar bailarines de todas las edades, sea en categoría danza cómo en malambo, en el cuál este año estará incluido el Malambo Femenino. Además, las academias o solistas que participen pueden presentar números artísticos, que se llevarán a cabo entre la presentación de cada participante.
La Academia Francisco Rosario Carabajal tiene un intenso año de proyectos. Con una larga lista de actividades, el año lo cierran con esta gran propuesta que durante el 2023 colmó las expectativas con cientos de participantes de todo el país.
Coreografías presentadas a beneficios, en teatro, en peñas y festivales, como así también capacitaciones a cargo de destacados bailares; hicieron de la academia de Liz Bellido una de las instituciones más destacadas de la ciudad de La Banda.
Academia Rosario Carabajal
La Academia lleva el nombre de Francisco Rosario Carabajal, nacido el 4 de octubre de 1897 en la “Cuna de Poetas y Cantores”. Sus padres fueron Manuela Carabajal y Luciano Orellana.
Con costumbres de otra época, dicho matrimonio había hecho un convenio, el primer hijo se llamaba Orellana, y el segundo Carabajal. Así fue que a Don Francisco le tocó ser Carabajal, y de ahí el origen del nombre que da vida a la familia más emblemática de la ciudad.
Francisco tenía por oficio la estería (confeccionaba cestos y canastos), además era músico intuitivo, es decir que tocaba de oído. Aprendió de forma autodidacta a tocar el violín, la guitarra, el mandolín, y hasta la armónica.
Se enamoró de María Luisa Paz de Carabajal. Ella en el momento que se conocieron tenía 15 años. Luego contrajeron matrimonio y tuvieron 12 hijos. Allí comenzó la historia del linaje musical que hizo huella en la cultura musical de la ciudad.
En recuerdo a Francisco, la academia lleva su nombre. No solo con el propósito de trascender, también de continuar ese legado intuitivo de las costumbres folclóricas en la ciudad y provincia.