El Directorio del organismo trata una reforma en su política de sobrecargos. El país pide una reducción desde 2020 y el reclamo fue retomado por Luis Caputo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) analiza este viernes una reducción en los sobrecargos en las tasas de interés que cobra a la Argentina -y a otros países- por darle financiamiento. Es un reclamo que retomó el ministro de Economía, Luis Caputo, y que ya se había hecho durante la gestión de Alberto Fernández. Esta tasa extra genera un costo adicional de 300 puntos básicos.
El cambio de política del organismo será debatido por el board del FMI compuesto por un funcionario administrativo y 24 miembros que representan a los 190 países de la entidad. A finales de julio, el titular del palacio de Hacienda solicitó que el directorio del FMI revisara la política de sobretasas para aliviar la “carga financiera” para todos los países que tienen este tipo de préstamos.
El pedido que reiteró Caputo en la cumbre del G20 de bajar el costo financiero del préstamo del FMI hacia la Argentina, ya había sido expuesto por el exministro de Economía, Martín Guzmán, ante el G20 y el G24 durante la gestión de Alberto Fernández. En ese entonces, Guzmán había solicitado una serie de puntos. En primer lugar, la reducción de los sobrecargos, seguido del incremento del umbral por el que se cobra la sobre tasa y por último, el recorte de la tasa base.
Si el FMI avanza en la reducción de las tasas será una buena noticia para la Argentina, que todavía tiene pendientes las revisiones del organismo multilateral sobre los números al 30 de junio y al 30 de septiembre. Los analistas privados afirman que al cierre del segundo trimestre se cumplió tanto la meta fiscal como la de reservas. En cambio, las cifras de finalización del tercer trimestre parecen indicar que se consiguió el objetivo fiscal, pero no se logró el de reservas.
Qué es la sobretasa que cobra el FMI y cómo afecta a la Argentina
Según explica el Fondo Monetario Internacional en su web, los créditos que brinda a los países tienen dos tipos de tasas de interés. La primera, es el costo de los derechos especiales de giro (la moneda del FMI), que se determina en el mercado y que tiene un nivel mínimo de 5 puntos básicos a la que se suma un margen.
A eso se añade la sobretasa, que varía según el monto y el plazo de reembolso del crédito. Para calcularla, se tiene en cuenta la cuota de cada país dentro del fondo. Esto es, el aporte que cada miembro hace al organismo, y se lo compara con el financiamiento solicitado.
En el caso argentino, que obtuvo un crédito por más del 187,5% de su cuota, el sobrecargo actual se encuentra en 200 puntos básicos (o 2 puntos porcentuales) por ese concepto. A eso se suman 100 puntos básicos más (1 punto porcentual) debido al plazo de la financiación.
De acuerdo con datos del FMI, a fines de 2022 eran 16 las naciones que pagaban tasas extras sobre un total de 52 países con créditos vigentes. Si el directorio del organismo validara el pedido de Caputo, habría un alivio financiero para todo ese grupo. Así, la Argentina podría dejar de pagar unos US$400 millones al año.