La droga está valuada en la friolera suma de $ 1.273 millones. Estaba oculta en doble fondo de un auto. El matrimonio quedó detenido.

Los narcos agudizan el ingenio para traficar de un lugar a otro, especialmente cuando se trata de largas distancias, grandes cantidades de droga. El objetivo es pasar desapercibidos durante los controles de las fuerzas de seguridad y tener un buen fundamento sobre los motivos del viaje para no llamar la atención y evitar las requisas que pueden poner en peligro millonarias ganancias.

Un caso testigo sucedió ayer. Personal del Escuadrón 59 Santiago del Estero de Gendarmería Nacional se encontraba realizando controles sobre la Ruta Provincial 92, a unos 15 kilómetros de Quimilí, departamento Mariano Moreno, en el marco de la lucha permanente contra el narcotráfico, el contrabando y otros delitos federales. En esa circunstancia, detuvieron la marcha de un automóvil Citröen que circulaba de norte a sur por la citada arteria que une la citada ciudad con Tintina. En el vehículo viajaban cinco integrantes de una familia. Se trataba de un matrimonio y tres hijos menores. Los mayores argumentaron que habían partido de Salta, de donde son oriundos, y regresaban a Buenos Aires, luego de disfrutar de un viaje de placer y visitar familiares. Eso es lo que aparentaban en todo momento.

Sin embargo, algunos titubeos y nerviosismo llamaron la atención de los gendarmes. Realizaron una inspección ocular y advirtieron que algunos tornillos habían sido removidos recientemente.

El hecho fue informado al juez federal Nº 1 de Santiago del Estero, Dr. Guillermo Molinari, secretaría a cargo del Dr. Ramón Ferreiro, quien ordenó la requisa. De esta manera, los uniformados detectaron que había un doble fondo en la parte trasera del rodado, donde descubrieron 73 paquetes, denominados “ladrillos” en la jerga narco, que contenían más de 83 kilos de cocaína. La droga de máxima pureza está valuada en la friolera suma de $ 1.273 millones.

Las autoridades judiciales federales ordenaron el secuestro del estupefaciente y del auto, además de la detención del matrimonio. Asimismo, se realizan las gestiones correspondientes para entregar a los menores a familiares de los imputados de infringir la Ley 23.737.