La decisión indica que los incrementos impositivos surtirán efecto recién a partir del 1 de septiembre.
En medio de un clima político inestable y a días de que se conozca el valor inflacionario correspondiente al mes de mayo, el cual se estima que superará el 5%, el Gobierno decidió hoy volver a postergar la actualización de los impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC). De esta manera se procura evitar una nueva suba en el precio de la nafta.
En rigor, la medida establece que los incrementos en los montos de impuesto surtirán efecto recién a partir del 1° de septiembre de 2022, inclusive. De incrementarse el precio de los combustibles, esto podría repercutir en la inflación y por consecuencia en el precio del transporte público, un aspecto que pone al oficialismo en la mira de la sociedad y lo deja mal parado de cara a las elecciones de 2023.
Según indica la resolución, los montos fijos deben actualizarse en el primer, segundo, tercer y cuarto trimestre calendario. Sin embargo, a pesar de esto, desde finales de la administración de Mauricio Macri y en varias oportunidades durante la gestión de Alberto Fernández al frente del Poder Ejecutivo, las subas se fueron trasladando hacia adelante para evitar aumentos en las estaciones de servicio.
La medida, que lleva las firmas del jefe de Gabinete, Juan Luis Manzur, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, toma relevancia luego del último incremento que realizó YPF a principios de mayo. En aquella oportunidad, la petrolera había seguido los pasos de las empresas Axion y Raízen, cadenas de estaciones Shell. Las subas eran del 9% en promedio.