En total son 150 millones y saldrán a oferta a través del Banco Ciudad el 21 de noviembre. Su valor nominal es muy inferior al del cobre y níquel que las componen.
El Banco Centra de la República Argentina (BCRA) organiza un remate de 1.500 tambores llenos de monedas que han perdido su valor nominal y solo conservan un interés por el metal que contienen. La iniciativa busca optimizar los recursos y liberar espacio en sus instalaciones al vender las monedas en lotes al mejor postor.
Mientras que la utilización de efectivo en la Argentina cede terreno día a día, una serie de decisiones oficiales apunta a acelerar el proceso que consolida el uso de medios de pago electrónicos como los favoritos del público. Y este cambio tiene un fundamento ineludible: el de la histórica inflación que sufre la economía Argentina, por encima del 200% en el cotejo interanual, y sobre el 100 por ciento en el acumulado de 2024, que rápidamente dejó obsoletos a las monedas y a los billetes, dada la gran cantidad de efectivo necesario hasta para la transacción cotidiana más pequeña.
Por una parte, el Banco Central tomó la decisión de no emitir más billetes en Casa de Moneda, debido al elevado costo, pues que imprimir en el exterior resulta más barato que hacerlo en esa entidad. En los hechos, un paso más hacia la eliminación de este organismo, que quedó intervenido, con la designación del abogado Pedro Daniel Cavagnaro. Además, se optó por la inmediata rescisión de los contratos para la impresión de billetes de 1.000 y 2.000 pesos a partir de octubre y dar vacaciones al personal hasta fin de año.
La “guerra contra el efectivo” sumó un nuevo capítulo este miércoles. El Banco Central efectuará el próximo 21 de noviembre una subasta pública de monedas que están aún con curso legal, dado que puede haber en el mercado interés en ellas por el valor del propio metal con el que están compuestas, para su eventual reciclaje, que por el valor nominal de las mismas.
Fuentes del BCRA confirmaron a Infobae que “hay una subasta de monedas que es pública. Se trata de la subasta de una enorme cantidad de monedas que ya no tienen valor ni eficiencia para el uso”. Y precisaron que se ofertarán 1.500 tambores que almacenan unas 100.000 monedas cada uno, aunque aclararon que las unidades deberán ser deformadas debido para que ya no estén en condiciones de uso.
La subasta a cuenta del BCRA será realizada por el Banco Ciudad el 21 de noviembre a las 9 de la mañana. Los tambores metálicos que contienen monedas de distintos valores y cospeles, dispuestos en 163 lotes, estarán en exhibición -previo registro de los interesados- los días 7 y 13 de noviembre, en el horario de 10 a 14 horas, en las sedes de Reconquista 266 –domicilio del Banco Central– y Mayor Arturo Luisoni 2545, ambas en Ciudad de Buenos Aires.
Cada lote, integrado por 10 tambores metálicos cerrados sobre pallets de madera, que en su interior contienen monedas por el aproximado de un millón de unidades, pesa unos 7.200 kilos, y sale a subasta con precio base de 4.390.000 pesos. Por ejemplo, un lote integrado por monedas de dos pesos tiene un porcentaje de composición en su “anillo dorado” de 92% de cobre, otro 2% de níquel, más un 6% de aluminio. Además, en su “núcleo”, la composición es de 75% de cobre y 25% de níquel.
Por otra parte, el Banco Central decidió interrumpir los únicos contratos vigentes para la impresión de billetes que mantenía con la Casa de Moneda. Las entregas pendientes de papeles de 1.000 y 2.000 pesos, demoradas por las dificultades de producción de la imprenta estatal, no serán llevadas a cabo por decisión del BCRA. De hecho, esos billetes de denominaciones bajas ya no serán impresos por la sencilla razón de que ya no son necesarios.
En virtud de los atrasos de Casa de Moneda y del efecto de la inflación, el Central espera recibir los nuevos billetes de $20.000 y seguir produciendo más de $10.000 para cubrir las necesidades de efectivo.