Tenía 93 años y estaba internado en el Hospital Italiano.
La cultura está de duelo. El escritor y sociólogo Juan José Sebreli murió esta madrugada a los 93 años, según confirmaron sus allegados a Infobae. Estaba internado desde el fin de semana pasado en el Hospital Italiano por distintas afecciones de salud, propias de la edad. “El domingo empezó a sentirse mal, lo internaron, y finalmente falleció esta madrugada”, detallaron.
La semana pasada, Sebreli había participado junto al periodista Jorge Fernández Díaz en la Biblioteca Nacional de la presentación de “El incansable polemista”, un libro de Carlos Cámpora dedicado a su trayectoria intelectual. Esa última aparición pública habla del compromiso que tenía con la literatura. “Ya se lo notaba muy extenuado, pero la pasión por leer, escribir y conocer la tuvo intacta hasta el final”, recordó Álvaro Zicarelli, quien acompañó a Sebreli en sus últimas horas. “Todos queríamos ser como él y escribir como él, siempre seré su discípulo”, repite.
En 2015, Sebreli fue distinguido por la Legislatura porteña como ciudadano ilustre de Buenos Aires. La declaración fue promovida por diputados del PRO que destacaron tanto su importancia e influencia en la literatura como el rol que desempeñó como intelectual, cuestionando “prejuicios, revisando los mitos y tabúes y, por sobre todas las cosas” obligando a quienes se acercaron a su obra a pensar.
Sebreli comenzó a publicar ensayos a los 20 años. Formó parte del primer grupo de existencialistas en la Argentina. También fue colaborador de diarios y revistas. Escribió numerosos libros, entre ellos Buenos Aires, vida cotidiana y alienación (1964); Tercer Mundo: Mito burgués (1973); Los deseos imaginarios del peronismo (1983); La era del fútbol (1998); Crítica de las ideas políticas argentinas (2002); El tiempo de una vida (2005); El olvido de la Razón (2006); Comediantes y mártires (2008); Cuadernos (2010), y El malestar de la política (2012). Además, durante la dictadura formó un grupo de estudio conocido como “la universidad en la sombras”.
Sebreli fue un hombre de las ideas que nunca se mantuvo neutral. Por ejemplo, en 2020 fue una de las figuras públicas que se alzó contra la cuarentena y las restricciones sanitarias impuestas por el gobierno de Alberto Fernández, al que enfrentó con rebeldía, pese a haber contraído coronavirus en el inicio de la pandemia. En un ensayo que publicó ese año Desobediencia Civil y Libertad Responsable (Sudamericana), junto al abogado Marcelo Gioffré, defendió la idea de ejercer la “desobediencia civil” ante un Poder Ejecutivo que toma decisiones ilegítimas en el ejercicio del poder. De hecho, fue una de las caras visibles de una declaración pública que provocó polémica y alertaba que la Argentina estaba transitando una “infectadura”.
“Era tratar de desmontar al Gobierno que utilizaba la pandemia para mantener a la población prisionera en sus casas. La pandemia fue usada, desde un punto de vista político y económico, para ocultar que el país se estaba viniendo abajo. ¡Eso es el motivo fundamental de la pandemia! Fue una pantalla para ocultar que la Argentina estaba hecha pedazos por este gobierno”, definió Sebreli, en ocasión a una entrevista a Infobae durante 2020.
La parábola ideológico-política del polemista se originó desde la izquierda de inspiración marxista en los años sesenta. Su principal bestseller, “Buenos Aires, vida cotidiana y alienación”, es de esa época. Pasó, luego, a adherir al peronismo. Fue uno de los miembros del vanguardista y contestatario Frente de Liberación Homosexual, junto a los escritores Manuel Puig, Néstor Perlongher y Blas Matamoro, cuando el movimiento LGTB argentino era incipiente. En las últimas décadas, su pensamiento viró hacia la centro-derecha, aunque se definía como “liberal de izquierda”. Compartió el espectro de la intelectualidad afín a Juntos por el Cambio y al expresidente Mauricio Macri, con quien se reunió personalmente en varias oportunidades.
Investigadores en la literatura argentina reconocen su valioso aporte en la revista Sur y Contorno. Sebreli, sin embargo, lo tomaba con humor aquella experiencia. “Para mí, Sur era una revista de señoras sin ninguna importancia”, dijo a este medio.
En enero pasado, el ensayista esbozó una mirada sobre Javier Milei. Durante 2023, lo veía como un peligro y un populista de extrema derecha, pero con la marcha de la gestión, empezó a verlo con relativa aprobación. “Son todos antipolíticos, y yo no soy antipolítico. Creo que Milei está en evolución. El hecho de que se haya acercado a Macri y a Bullrich, que son políticos totales, muestra esa evolución”, contó, en una entrevista a la revista digital Seúl. En esa nota, dejó traslucir un balance sobre su vida. “Es demasiado larga. Para mí tendría que haberse acabado a los 80 años. Ahora está un poco como de más. Me cuesta escribir”, dijo. “Si hago una recopilación de mi vida no me puedo quejar tanto”, concluyó.