La conmemoración se remonta a finales del siglo XIX y todo se debe a una ocurrencia que tuvo en Rosario el periodista y dramaturgo rioplatense, Florencio Sánchez.
Cada 7 de noviembre se celebra el Día del canillita, una jornada dedicada a los vendedores de diarios, revistas y todos los productos derivados de la prensa gráfica. Su origen tiene a Rosario como escenario y a Florencio Sánchez, autor clave de la historia del teatro rioplatense, como uno de sus protagonistas.
El 1° de enero de 1898 comenzó la distribución del diario La República, creado por el senador, escritor y abogado Lisandro de la Torre. El político provenía del radicalismo y fundó el Partido Demócrata Progresista y en 1939, tras denunciar la corrupción de la década infame, se suicidó.
Más allá de este final trágico, en aquel verano de 1898, la aparición del diario fue celebrada y se convirtió en un acontecimiento. Un grupo de niños irrumpió las avenidas rosarinas, llevando los ejemplares bajo el brazo al grito de «¡La República a medio peso!», publica diario Clarín.
Y esa forma de vender ejemplares por parte de los niños fue la gran novedad, porque antes de ese momento, los diarios se comercializaban solo por correo, por suscripción o comprándolos directamente en el lugar de la impresión.
Origen del término «canillita» en Argentina
En el término «canillita» tuvo mucho que ver Florencio Sánchez, un periodista y dramaturgo nacido en Uruguay, que tenía 23 años y una militancia anarquista cuando se convirtió en jefe de Redacción de La República.
Según la Real Academia Española, canillita identifica al vendedor callejero de periódicos no solo en la Argentina sino también en Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
Mientras estaba en Rosario, Sánchez creó un texto para teatro titulado Canillita que tenía como protagonista a uno de aquellos chicos vendedores de diarios. La obra surgió después que el hombre viera a un muchacho con unos pantalones que le quedaban cortos. Ese look dejaba a la vista las «canillas», los largos huesos de sus piernas muy flacas.
Canillita se estrenó el 1° de octubre de 1902. La representación estuvo a cargo de la Compañía de Zarzuelas y la buena repercusión hizo que estuviera en el escenario durante doce noches seguidas.
En la primera escena aparecía un chico que cantaba este estribillo: “Soy canillita / gran personaje / con poca guita / y muy mal traje”.
Un año más tarde, y ya en Buenos Aires, Sánchez conoció a Jerónimo Podestá, uno de los miembros de una familia clave para el teatro argentino. Estrenó «M’hijo el dotor», un drama que desarrollaba la confrontación entre la vida rural y el mundo de la ciudad.
Y luego reestrenó Canillita en Capital. Fue un suceso y en agradecimiento se realizó una función para los canillitas porteños. Desde ese momento quedó asociado para siempre la palabra para los vendedores de diarios y revistas.
El día de fallecimiento del autor Florencio Sánchez, 7 de noviembre, fue adoptado como Día del Canillita o del Vendedor de Diarios en 1947, durante el primer gobierno de Juan D. Perón. Ese día, los quioscos permanecen cerrados y no se publican los diarios impresos.