La joven indicó que había intentado suicidarse en el cementerio, donde está sepultada su abuela. Sufriría hostigamientos de su expareja.

 “Atu hermana no la ven nunca más”, fue el mensaje que recibió un joven de 28 años, residente en el barrio Campo Contreras viejo de la Capital. Su hermana no respondía los llamados, por lo que denunció su desaparición luego de percatarse de un estado de WhatsApp aterrador. 
Las pesquisas, que fueron realizadas por el personal de la Comisaría Comunitaria 11 y el Departamento Trata de Personas y Delitos Conexos, se iniciaron a partir de la denuncia realiza en sede policial por el joven. 
Según indicó el denunciante cerca de las 7.30 del jueves, la víctima de 23 años se despidió de sus familiares y salió hacia su trabajo en su motocicleta. La mujer trabaja como preventista para una distribuidora de gaseosas ubicada en la zona norte de la Capital. No habría mantenido contacto, puesto que por su trabajo tratan de no molestarla. 
Pero cerca de las 16.30, mientras el denunciante revisaba los estados de WhatsApp de sus contactos, se percató de un texto escrito por su hermana. “A B… no la ven nunca más”. De inmediato, en medio de su desesperación intentó comunicarse con la mujer. La llamó en reiteradas oportunidades. Le escribió. Pero no obtuvo respuestas. 
Al cabo de unos minutos, cerca de las seis de la tarde, el muchacho recibió un mensaje que fue enviado desde el celular de su hermana. “A tu hermana no la ven nunca más”, le advertían. De inmediato, temiendo lo peor, radicó la denuncia penal para dar con su paradero. 
La fiscal de turno de la circunscripción Capital, Dra. Belkys Alderete, dispuso que se diera intervención a los efectivos del Departamento de Trata de Personas, quienes iniciaron la búsqueda. 
 Mientras se realizaba un importante despliegue de efectivos, cerca de las nueve de la noche, un vecino del barrio Campo Contreras sector 750 Viviendas, se acercó a un puesto de control de avenida de circunvalación y Solís, donde alertó que en inmediaciones de una zona montuosa había divisado a una mujer semidesnuda. 
Los uniformados se dirigieron al sitio. Se trataba de la preventista que estaba desaparecida. La misma se encontraba en crisis de nervios. Estaba semidesnuda y tenía su motocicleta. Ante los investigadores, la víctima indicó que “había sido asaltada”. 
La mujer indicó que había sido interceptada por desconocidos en Libertad y canal, quienes le habían colocado un trapo en la boca. Luego, indicó que no recordaba qué le había pasado. Al tiempo que manifestó que le faltaba una mochila donde guardaba dos celulares y documentación personal. 
Los uniformados realizaron un rastrillaje por la zona, donde encontraron los elementos descriptos como robados por la damnificada, abandonados. 
Los uniformados se entrevistaron con la preventista para poder identificar a los supuestos delincuentes que la asaltaron. La misma comenzó a mostrar algunas contradicciones en su relato y finalmente se quebró. 
La joven indicó que se encuentra depresiva desde hace un tiempo y que había visitado la tumba de su abuela, en el cementerio local. Luego, había intentado suicidarse, pero no había encontrado ningún elemento que la ayudara a ponerle fin a su vida. 
De inmediato, se retiró del lugar y había estado deambulando por la ciudad, atormentada por el constante hostigamiento que sufre de parte de su expareja. 
La fiscal que interviene en el hecho dispuso una serie de medidas judiciales a seguir por los uniformados.