Los empresarios destacaron que, por primera vez, no se han contemplado los incrementos salariales acordados con la correspondiente actualización de los costos, lo que ha generado una situación financiera insostenible para las empresas.

Una nueva crisis acecha al transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), ya que las empresas de colectivos han vuelto a poner en duda el pago de los sueldos de enero debido a la falta de fondos. La incertidumbre ha generado una fuerte advertencia sobre la posibilidad de suspender los servicios, a menos que el gobierno nacional brinde asistencia financiera para evitar una «desaparición» de los mismos.

Este nuevo reclamo se enmarca en una serie de tensiones que vienen acumulándose desde hace varios meses. Las empresas, que atraviesan una grave situación económica, han señalado que no podrán cumplir con los compromisos salariales pactados para el último mes del año a menos que el Ministerio de Economía y la Secretaría de Transporte aprueben una nueva «estructura de costos» y otorguen los subsidios necesarios de manera inmediata.

En octubre pasado, las empresas accedieron a una suba salarial que elevó el básico de enero a 1.200.000 pesos, después de un conflicto que incluyó la convocatoria a un paro de colectivos por parte de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Sin embargo, la condición para cumplir con el acuerdo era que el gobierno aprobara los nuevos subsidios en el plazo estipulado, algo que hasta el momento no ha ocurrido.

El reclamo de los empresarios

En una carta conjunta dirigida al secretario de Transporte, Franco Mogetta, las principales cámaras empresarias del sector, como la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte (Aaeta), la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros (CEAP), la Cámara de Empresarios Unidos del Transporte Urbano de Pasajeros de Buenos Aires (Ceutupba) y la Cámara del Transporte de la Provincia de Buenos Aires (Ctpba), expresaron su preocupación por la demora en la actualización de los costos salariales y no salariales.

Los empresarios destacaron que, por primera vez, no se han contemplado los incrementos salariales acordados con la correspondiente actualización de los costos, lo que ha generado una situación financiera insostenible para las empresas del sector.

«Es absolutamente factible la actualización de los costos salariales y no salariales a partir de noviembre de 2024», afirmaron, a la vez que solicitaron una reunión urgente con las autoridades del Ministerio de Transporte para discutir una solución.

La postura de la UTA

Por su parte, la UTA se mantiene en alerta ante la situación y no descarta una medida de fuerza si no se cumple con el pago de los salarios acordados. El sindicato expresó que el acuerdo salarial fue «suscripto y homologado» y debe ser cumplido, independientemente de las dificultades financieras que atraviesen las empresas.

«Los trabajadores no son responsables de las dificultades económicas de los empresarios. Si hay beneficios extraordinarios para las empresas, los trabajadores son ajenos, lo mismo ocurre con las dificultades de liquidez o los vaivenes en la dinámica empresarial», señaló el gremio, en clara referencia a la posibilidad de tomar acciones si no se efectúa el pago de los sueldos en tiempo y forma.

El futuro del transporte público en la cuerda floja

Mientras se espera una resolución por parte de las autoridades, el panorama para los pasajeros del AMBA se presenta incierto. En caso de que no se llegue a un acuerdo entre las partes, el transporte público podría verse gravemente afectado, lo que complicaría aún más la movilidad en la región.