Este martes se reanudan las audiencias en los tribunales de San Isidro con la declaración de los primeros agentes en ingresar a la escena en el barrio San Andrés. Sus dichos son considerados determinantes por la fiscalía.
El juicio por la muerte de Diego Maradona continuará este martes con las declaraciones de los tres policías que constataron la muerte del astro el 25 de noviembre de 2020. El oficial Lucas Farías y los comisarios Lucas Rodrigo Borge y Leonardo Mendoza darán su testimonio a partir de las 9.30 en los tribunales de San Isidro, en la causa en la que se busca determinar si siete profesionales de la salud son culpables de homicidio.
Los agentes fueron las primeras personas en ingresar a la casa del barrio San Andrés de Tigre, provincia de Buenos Aires, luego del fallecimiento de Maradona y los fiscales Cosme Iribarren y Patricio Ferrari consideraron que su testimonio es clave, durante la segunda audiencia del juicio, el pasado jueves.
Los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach deberán determinar si siete de los ocho acusados son culpables del delito de homicidio simple con dolo eventual, que tiene una pena máxima de 25 años de prisión.
Durante la primera audiencia, el fiscal Ferrari y el abogado querellante Fernando Burlando aseguraron que hubo «desamparo» y un «plan para asesinar» al ídolo, mientras las defensas dividieron sus estrategias y apuntaron contra los principales imputados. Las siguientes audiencias se realizarán los días martes y jueves.
En la etapa final del juicio, el tribunal escuchará los alegatos de la fiscalía y las defensas antes de fijar una fecha para el veredicto. En caso de haber condenas, la sentencia no implicará necesariamente una detención inmediata, ya que deberá quedar firme en instancias superiores.
Los detalles del juicio por Maradona
El neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov son los principales imputados por la fiscalía de dejar a Maradona «librado a su suerte” en una vivienda alquilada en lugar de un hospital.
Luque, que reapareció públicamente completamente cambiado, fue uno de los médicos de cabecera que insistió en la modalidad de atención domiciliaria como el método más eficaz para la recuperación del Diez, mientras que Cosachov no habría administrado la medicina de forma correcta, desentendiéndose de los efectos secundarios y falsificando un certificado de visita médica que nunca hizo.
El resto del banquillo lo componen el enfermero Ricardo Almirón y su jefe Mariano Perroni; el médico clínico Pedro Di Spagna; la médica coordinadora de la gerencia de cuidados domiciliarios Nancy Forlini y el psicólogo Carlos Díaz. Cada uno será juzgado por su presunta responsabilidad en el tratamiento del Diez.
También está procesada la enfermera Gisela Madrid, quien solicitó un juicio por jurados y será juzgada en un proceso que empezará durante el segundo semestre de este año, una vez finalizado el debate principal.