¿Daer se va de la CGT?: cómo será la sucesión en medio de un peronismo en turbulencias

¿Daer se va de la CGT?: cómo será la sucesión en medio de un peronismo en turbulencias

La salida del Triunvirato que integra desde 2016 también es una jugada para consolidar su influencia: busca dejar a Jorge Sola, del Seguro, como heredero dentro de una nueva conducción colegiada. En paralelo, apura la interna en ATSA Buenos Aires, que lidera desde hace 32 años, para blindarse ante eventuales opositores y despegarse del tembladeral que se avecina en la central.


El histórico dirigente de la Sanidad Héctor Daer dejaría la conducción de la CGT, situación que pondría en marcha una interna que promete tensión, rosca y reacomodamientos. Con esta situación, Daer elige no buscar otro mandato al frente de la central obrera, justo cuando el movimiento sindical enfrenta una ofensiva feroz del gobierno libertario y necesita mostrar fortaleza. Pero lejos de retirarse, Daer maniobra para ordenar su territorio y proyectar su peso en la transición.

“Quiero acomodar todo esto”, habría lanzado puertas abiertas, según DataClave, en la reunión a puertas cerradas con otros popes sindicales, en la sede de Azopardo. El anuncio sorprendió, no tanto por inesperado, sino por el momento: en plena previa del paro general del jueves, el tercero contra Milei, y mientras se recalienta el debate sobre las reformas laborales contenidas en el DNU 70. Daer se endureció en los últimos meses, se acercó al ala más combativa de la CGT y empujó una medida que incomoda al oficialismo y a varios gremios moderados.

La salida del Triunvirato que integra desde 2016 también es una jugada para consolidar su influencia: busca dejar a Jorge Sola, del Seguro, como heredero dentro de una nueva conducción colegiada. En paralelo, apura la interna en ATSA Buenos Aires, que lidera desde hace 32 años, para blindarse ante eventuales opositores y despegarse del tembladeral que se avecina en la central. El congreso nacional de la CGT está previsto para noviembre, pero nadie descarta que el reordenamiento se acelere si se logra una mayoría.

Con Daer fuera del centro del ring pero todavía marcando el ritmo, el mapa sindical entra en una etapa de redefiniciones. Entre quienes se endurecen frente al ajuste, como Rodríguez y Lingeri, y quienes siguen orbitando cerca de Barrionuevo y del mileísmo, como Cavalieri o Gerardo Martínez, el riesgo es que la CGT quede atrapada en su propia fragmentación.

Cabe señalar que el paro general del jueves se convierte en termómetro de fuerza y unidad, en una coyuntura que exige algo más que discursos: hay que bancar la parada.

Fuente: politicargentina.com

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