Entre los testigos convocados se encuentra Ramón Crespín, propietario de una gomería en la zona cercana a Palomitas, Salta.
La Justicia Federal decidió reactivar la investigación sobre la desaparición de María Cash, la diseñadora porteña cuyo paradero es desconocido desde 2011, cuando fue vista por última vez en la provincia de Salta. El fiscal general Eduardo Villalba dispuso la citación de nuevos testigos en un intento por esclarecer uno de los casos de desaparición más enigmáticos del país, que ha mantenido en vilo a la sociedad argentina durante más de una década.
Entre los testigos convocados se encuentra Ramón Crespín, propietario de una gomería en la zona cercana a Palomitas, Salta. Crespín fue uno de los primeros interrogados en el inicio de la búsqueda de Cash y su testimonio ha vuelto a ser relevante en esta etapa de la investigación. Según el relato de Crespín, ni él ni su familia vieron a la joven en los días posteriores a su desaparición, y cuestiona la veracidad del testimonio de un camionero que, en su momento, afirmó haber dejado a Cash cerca de la vivienda de la familia Crespín.
“Es imposible que no nos hubiéramos enterado si alguien hubiera estado en la zona. Tenemos perros que ladran cada vez que alguien pasa caminando o se detiene un vehículo. Nunca vimos a esa chica y el camionero tampoco se dejó ver por aquí”, declaró Crespín, y sugirió que el camionero podría poseer información clave sobre el paradero de Cash. “Si él fue quien la vio por última vez, entonces la Justicia debería ir directamente tras él. Nosotros nunca la vimos y la única evidencia apunta a él”, insistió.
Los últimos pasos de María Cash
María Cash, de 29 años al momento de su desaparición, fue vista por última vez tras salir desde la terminal de ómnibus de Retiro con destino a San Salvador de Jujuy, donde planeaba visitar a un amigo. El 8 de julio de 2011, días después de su partida, se la vio en la guardia del hospital San Bernardo en Salta, aunque abandonó el lugar antes de ser atendida. Posteriormente, envió un correo electrónico a su familia solicitando el contacto de una persona en el norte del país. Su último rastro se situó en las cercanías del santuario de la Difunta Correa, sobre la ruta 9/34.
Cámaras de seguridad captaron a Cash hablando con un policía y luego subiéndose a una camioneta Chevrolet C10 bordó, pero tras ese momento no se registraron más avistamientos. La búsqueda fue incansable, y su padre, Federico Cash, se dedicó a colaborar personalmente en el rastreo, recorriendo el país hasta su trágica muerte en un accidente automovilístico en 2014, en la provincia de La Pampa.
Un caso enigmático con nuevas hipótesis
La desaparición de María Cash ha despertado múltiples teorías a lo largo de los años. Las autoridades federales decidieron intervenir en la investigación tras considerar la posibilidad de que el caso esté vinculado a un delito de trata de personas, una hipótesis que ha ganado fuerza, especialmente tras otros casos recientes, como el de Loan Peña, el niño correntino. En enero de este año, el Ministerio de Seguridad de la Nación elevó la recompensa a 5 millones de pesos para cualquier persona que brinde información fehaciente sobre el paradero de Cash.