El mundo de la música despide a una de las voces más singulares y cálidas del blues-rock británico. Chris Rea ha fallecido a los 74 años tras una breve enfermedad, dejando tras de sí un legado de melodías atemporales que han acompañado a generaciones enteras.
Una trayectoria de resiliencia y éxito
Nacido en Middlesbrough, Inglaterra, Rea no solo fue un guitarrista excepcional con un dominio maestro del slide, sino también un ejemplo de superación personal. Su carrera estuvo marcada por grandes éxitos y una salud delicada que nunca logró apagar su creatividad:
- Comienzos y Consagración: Aunque su debut fue a finales de los 70, alcanzó el estrellato mundial en la década de los 80 con álbumes como Water Sign y el icónico On The Beach.
- Driving Home For Christmas: Curiosamente, su canción más famosa nació de una improvisación mientras estaba atrapado en el tráfico junto a su esposa en 1986. Hoy es un himno indispensable de las festividades navideñas.
- The Road to Hell: Este álbum de 1989 es considerado su obra maestra, donde su voz profunda y letras introspectivas alcanzaron el número uno en las listas británicas.
Salud y últimos años
La vida de Chris Rea fue una constante batalla contra la adversidad física. A pesar de los diagnósticos, su pasión por la música y su afición por las carreras de coches mantuvieron su espíritu activo:
- Cáncer de Páncreas (2000): Se sometió a una cirugía mayor que cambió su estilo de vida, pero le permitió seguir creando.
- Accidente cerebrovascular (2016): Sufrió un ictus que afectó su movilidad, aunque continuó realizando apariciones y grabando mientras le fue posible.
Legado musical
Rea será recordado por esa mezcla perfecta entre el pop sofisticado y las raíces profundas del blues. Su capacidad para transmitir nostalgia y esperanza a través de su característica voz de barítono asegura que sus clásicos, desde las playas de verano hasta los viajes a casa en Navidad, sigan resonando por siempre.