Adorni redibuja el mapa del poder: Delegación de facultades y purga administrativa en Jefatura de Gabinete

Adorni redibuja el mapa del poder: Delegación de facultades y purga administrativa en Jefatura de Gabinete

En un movimiento estratégico para agilizar la gestión pública, Manuel Adorni ha formalizado la Resolución 162/2025. Esta medida no es solo un cambio de nombres, sino una transformación estructural que otorga a las Secretarías un nivel de autonomía inédito para decidir sobre el destino del personal estatal.

El fin de la centralización: Las Secretarías toman el control

Hasta ayer, las decisiones críticas sobre el personal debían escalar hasta la cúpula del Ejecutivo. Con la nueva normativa, los secretarios ahora tienen «la firma» para:

  • Designaciones y promociones: Nombrar personal transitorio y ascender a agentes de planta permanente.
  • Poder disciplinario: Aplicar sanciones directamente dentro de sus áreas.
  • Contrataciones: Manejar renovaciones y prórrogas de vínculos laborales sin esperar el aval ministerial.

El contexto: El Decreto 958 y la batalla contra los privilegios

Esta resolución es el brazo ejecutor del Decreto N° 958/2024. Se inserta en una narrativa de «limpieza» administrativa que el Gobierno viene pregonando, especialmente tras la prohibición de los cargos hereditarios (Decreto 959/2024). Al delegar estas facultades, Adorni busca que cada área sea responsable de su propia eficiencia (o ineficiencia), eliminando los cuellos de botella burocráticos.

Impacto en los Organismos Descentralizados

La medida se extiende también a los titulares de organismos descentralizados. Estos ahora podrán prorrogar funciones de manera autónoma, lo que les otorga una herramienta política y administrativa de gran peso para gestionar su capital humano sin la tutela directa de la Casa Rosada.

¿Agilidad o discrecionalidad?

Mientras el oficialismo defiende la medida como una forma de «agilizar los mecanismos internos», sectores de la oposición y gremios estatales observan con cautela. La pregunta que flota en los pasillos de Balcarce 50 es si esta autonomía derivará en una gestión más profesional o si facilitará una reestructuración de personal más agresiva bajo la discrecionalidad de cada secretario.

Con esta firma, la Jefatura de Gabinete se convierte en un engranaje más liviano en los papeles, pero con terminales de poder mucho más atomizadas y activas.

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