La NASA señaló que la “brecha oscura” desató fuertísimas ráfagas en dirección a nuestro planeta, y nos perjudicaría en las próximas horas.
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA publicó la imagen de un gran agujero negro en la superficie del Sol que podría afectar las comunicaciones en la Tierra en las próximas horas. Los especialistas indicaron que si bien las probabilidades de las perturbaciones son escasas, velocísimos vientos solares fueron desatados por esa “brecha oscura” en dirección a nuestro planeta, capaces de comprometer a las redes eléctricas, el funcionamiento de satélites, sistemas GPS y conexiones a Internet.
5 datos sobre el agujero negro masivo
- Es un agujero coronal (tiene forma trianguluar) con campos magnéticos abiertos
- Se encuentra una galaxia en el centro de un cúmulo masivo llamado Abell 1201, a unos 2.700 millones de años luz de distancia.
- Es casi 33.000 millones de veces más masivo que el Sol y 20 veces más grande que la Tierra.
- Desató vientos solares de casi 3 millones de kilómetros por hora.
- Fue descubierto el 23 de marzo, liberando vientos solares que generaron auroras en el hemisferio norte. “Las auroras árticas son probables cuando llega el viento solar”, explica al respecto el sitio Space Weather.
El agujero negro podría causar estragos en las comunicaciones
Según la NASA, los vientos solares desatados por el agujero negro impactarán este mismo viernes en nuestro planeta. Este fenómeno podría afectar el funcionamiento de diversos sistemas de comunicación, además de generar un impactante espectáculo de luz en el cielo.
“El daño a los satélites es causado principalmente por partículas energéticas que modifican o incluso destruyen los elementos electrónicos a bordo” de esos dispositivos, señaló Daniel Verscharen, de la University College London. “Esto significa que los satélites que orbitan a través de los cinturones de radiación pueden verse afectados por las partículas energéticas de los cinturones de radiación mejorados”, notó.
Los inconvenientes no sólo afectarían a la Tierra. Los astronautas que en este momento se encuentran en la Estación Espacial Internacional, el laboratorio orbital a unos 400 kilómetros de la superficie de nuestro planeta, también podrían experimentar fallas en los equipos.
Mathew Owens, profesor del Departamento de Meteorología de la Universidad de Reading, también del Reino Unido, consideró que no se registrarán grandes daños, aunque podríamos sufrir problemas con el funcionamiento de los sistemas de GPS durante el sábado y el domingo.
“Las rápidas corrientes de viento solar, que provienen de los agujeros de la corona, generan un clima espacial moderado. Pero las tormentas más grandes provienen de eyecciones de masa coronal, enormes erupciones de material solar, y no creo que la Tierra esté en la línea de fuego de una de ellas en los próximos días”, aclaró.
¿Qué son los agujeros negros coronales?
Descubiertos por la NASA en los 70′s, aún generan confusión en la comunidad científica. Se sabe que algunos son tan grandes como la cuarta parte del Sol, que a través de ellos se expulsan vientos solares con una aceleración de partículas, aunque todavía no es claro cómo se generan.
Los vientos solares registrados salen a una velocidad cercana a los 1.4 millones de kilómetros por hora, pero en este caso viaja más rápido, a unos 300 millones de kilómetros por hora, variable que podría traducirse en tormentas geomagnéticas que alteran la magnetósfera, el área alrededor de nuestro planeta que lo protege de las energías espaciales potencialmente nocivas.
“El campo magnético de la Tierra nos protege del viento solar”, explicó al respecto Owens. “Pero éste puede aplastar y deformar el campo magnético de la Tierra, y traer una serie de efectos. Cada vez que cambia un campo magnético, eso impulsa la corriente eléctrica que fluye hacia arriba en la atmósfera superior”, añadió.
De acuerdo al físico James Nightingale de la Universidad de Durham, este agujero negro “es uno de los más grandes jamás detectados y está en el límite superior de cuán grandes creemos que pueden llegar a ser teóricamente, por lo que es un descubrimiento extremadamente emocionante”.
Tal como se indica en el sitio Science Alert, Nightingale y sus colegas tuvieron acceso a observaciones recientes y además idearon herramientas específicas para comprenderlas. Realizaron cientos de miles de simulaciones de luz moviéndose a través del Universo, alterando la masa del agujero negro en el centro de la galaxia, en busca de resultados que repliquen la lente que observamos con Abell 1021 BCG. La investigación fue publicada recientemente en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.