«El castigo colectivo de la población civil de Gaza equivale a un crimen de guerra: es cruel e inhumano», dijo en un comunicado la secretaria general de la organización, Agnès Callamard.
Amnistía Internacional (AI) denunció que el «castigo colectivo» de Israel a la población de la Franja de Gaza, enclave palestino sujeto a un «bloqueo ilegal e inhumano«, equivale a «un crimen de guerra«.
«El castigo colectivo de la población civil de Gaza equivale a un crimen de guerra: es cruel e inhumano», dijo en un comunicado la secretaria general de la organización, Agnès Callamard.
Recordó que, «como potencia ocupante, Israel tiene la clara obligación, según el derecho internacional, de garantizar que se satisfagan las necesidades básicas de la población civil de Gaza», que Israel está bombardeando sin descanso en represalia por el ataque sorpresa de Hamás el pasado sábado.
AI denunció que las autoridades israelíes cortaron el suministro de agua, electricidad y combustible, algo que sumado a la campaña de bombardeos puede exacerbar la catástrofe humanitaria.
«El cierre de la única central eléctrica de Gaza exacerbará una crisis humanitaria ya desesperada para más de 2,2 millones de personas atrapadas en la Franja de Gaza, en medio de una campaña de bombardeos masivos de Israel», lamentó la organización.
Por esta razón, pidió a las autoridades israelíes el restablecimiento «inmediato» de suministro eléctrico de Gaza, además de la suspensión de la decisión de cortar el suministro eléctrico, de agua, combustible y alimentos al enclave palestino, que ya estaba sujeto a «un bloqueo ilegal» desde hace 16 años.
«Los cortes de energía tendrán un impacto severo en los servicios esenciales, el acceso al agua potable y causarán un desastre de salud pública que dejará a los ya agotados hospitales de Gaza sin equipo médico vital en un momento en que los médicos luchan por tratar a miles de heridos graves en los ataques israelíes», apuntó AI.
Asimismo, lamentó que las autoridades israelíes hayan amenazado con no restablecer el suministro eléctrico ni permitir la entrada de agua y combustible hasta que Hamas libere a los rehenes, que se calcula que son más de cien de varias nacionalidades.
«Amnistía reitera que los civiles palestinos no son responsables de los crímenes de Hamas ni de otros grupos armados palestinos e Israel no debe, según el derecho internacional, hacerlos sufrir por actos en los que no desempeñan ningún papel y que no pueden controlar», denunció AI.
La organización también manifestó su preocupación por «los repetidos ataques contra el paso fronterizo de Rafah», que conecta Gaza con el Sinaí egipcio y es el único cruce fronterizo del enclave que no está controlado por Israel.
Además, pidió a las autoridades israelíes que faciliten corredores humanitarios para la entrega de ayuda a Gaza -que hasta el momento solo ha entrado a través de Rafah- y para permitir la salida de los civiles que requieran asistencia médica.