Rodolfo Aguiar anuncia un nuevo paro general y denuncia «el peligro para la democracia» bajo el gobierno de Milei.
El secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Rodolfo Aguiar, anticipó un nuevo paro general como medida de protesta contra el gobierno de Javier Milei, al que cuestionó con duras palabras por sus políticas económicas y sociales. En una entrevista, Aguiar explicó que, junto con el triunviro de la CGT, Pablo Moyano, ya están trabajando en la organización de la huelga, destacando la urgencia de la situación: “No tenemos otro destino que salir a la calle y pelear”.
La convocatoria a la huelga general se perfila como una respuesta a lo que Aguiar considera una serie de ataques sistemáticos contra los trabajadores y las instituciones del Estado bajo la administración de Milei. El sindicalista expresó: “Estamos ante un Gobierno que al ajuste le suma violencia, maltrato y burla. Nos echa sin piedad, cierra organismos públicos, intenta privatizar empresas estatales y hasta intenta vender más de 450 propiedades e inmuebles del Estado”.
A lo largo de su discurso, Aguiar mostró su preocupación por lo que considera una amenaza a la democracia. «Lo que está en peligro con este Gobierno es la democracia misma», advirtió, señalando las acciones de la administración actual como un intento de desmantelar las estructuras del Estado y atacar los derechos de los trabajadores. Al respecto, se preguntó: «Si no paramos ahora, ¿cuándo?», destacando la necesidad de movilizarse antes de que la situación empeore.
En relación con la desregulación del servicio de rampa en los aeropuertos, una medida anunciada recientemente por el gobierno, Aguiar denunció lo que consideró una campaña de desprestigio contra los sindicatos. “Se está intentando montar una campaña de desprestigio contra los sindicatos y estigmatizar a los trabajadores. Los trabajadores jamás tuvimos la responsabilidad de garantizar la paz social. Eso debe garantizarlo el Gobierno con las políticas que implementa”, subrayó.
Aguiar también acusó a Milei de ser un «instrumento» del poder económico real, utilizado para beneficiar a las grandes corporaciones y concentrar las riquezas del país. En ese sentido, desafió al gobierno a encontrar a un argentino que haya visto un aumento salarial superior al 1000% en el último año, una clara referencia a las tensiones económicas y la pérdida del poder adquisitivo de la clase trabajadora.
Por último, el sindicalista denunció lo que considera una creciente militarización del país y una politización de la justicia. “Avanzamos a una militarización”, afirmó, y criticó la utilización de la Justicia para perseguir a aquellos que se oponen al gobierno. “En este caso se intenta perseguir política, ideológica y sindicalmente a todos aquellos que intentan reclamar”, concluyó.